'El crimen de Cuenca', de Pilar Miró, premiada en el primer festival corso

El crimen de Cuenca, de Pilar Miró, consiguió el Gran Premio del Jurado del Primer Festival del Filme de las Culturas Mediterráneas, celebrado durante los últimos diez días en Bastia (Córcega). Diecisiete películas compitieron oficialmente en este primer certamen cinematográfico corso, que adoleció de los fallos lógicos de un novato, pero que unánimemente ha sido aplaudido por el nivel honorable de su contenido, informa nuestro corresponsal Feliciano Fidalgo, que acudió al certamen en Bastia.

El crimen de Cuenca, galardonada con el premio más importante del festival de Bastia, estuvo a punto de no ser proyectada. El filme estaba anunciado para el pasado día 12 pero hasta el último día del festival no pudo programarse, debido a una huelga de Correos que obstaculizó el viaje de las bobinas.Hasta que El crimen... apareció en la pantalla, todos los especialistas, y el público, daban como ganador a Maria Zeff, filme italiano de Vittorio Cottafavi -el jurado le otorgó el premio especial- y a La sombra de la tierra, del tunecino Taieb Loubichi. Los premios de interpretación se los repartieron dos actrices griegas y un actor de Tunicia.

Casi unanimidad del jurado

El crimen... fue votada casi por unanimidad. Sólo un miembro del jurado, un periodista marroquí, votó contra la película de Pilar Miró, por considerar que "muestra algo demasiado odioso".Además de las diecisiete películas oficiales que compitieron en el festival, más de medio centenar de obras, de los países mediterráneos, les han hecho vivir a los corsos unas jornadas que han preciado como el primer caramelo del Estatuto Particular que, el verano pasado, les otorgó el poder central.

El objetivo del festival es, precisamente, convertir en hechos las posibilidades que les ofrece su identidad de estreno. En torno a esta cuestión giró la mayor parte de los coloquios que se desarrollaron, sí no en presencia de luminarias del firmamento cinematográfico, sí en un clima de entusiasmo y de pasión que, a veces, como el día de la inauguración, desembocó en la polémica política consabida en la isla de belleza. El nacionalismo minoritario frente a los corsos más realistas.

El secretario general de este festival mediterráneo celebrado en Bastia, Lucien Felli, declaró a EL PAIS: "Esta manifestación tiene que ser una exaltación de nuestro particularismo, pero no del gueto cultural. A lo universal se llega a través de la profundización de lo individual".

Los corsos pretenden patentar su festival de los pueblos mediterráneos como el primero y más importante. Por ahora, da la impresión de que el ministro francés de Cultura, Jack Lang, observa desde París los resultados de un intento entusiasta y modesto de entrada. Su ausencia fue comentada en Bastia, a pesar de que contribuyó con 800.000 pesetas de subvención. Se cree que Lang concede, por ahora, sus favores al festival mediterráneo que se celebra en Sicilia, patrocinado por el rey de las vacaciones francés, Trigano, hombre de sensibilidad socialista y asentado en París.

La fuga de Segovia, el filme vasco de Uribe, también participó en el festival, y todos los comentarios aludían a su "fuerza impresionante".