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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Las vacaciones de Woody

Woody Allen no quiere identificar su carrera de director con la del personaje cómico que le ha hecho popular. El tímido impertinente de sus películas más famosas se oculta a veces tras la cámara bien para realizar un homenaje a su admirado Ingmar Bergman como en la sorprendente Interiores, bien para dar a su estética la feroz personalidad de Fellini (Stardust memories).Los resultados de estas experiencias han contado con el aplauso de muchos, pero desorientado a la mayoría. En La comedia sexual de una noche de verano insiste Allen en esta línea, refiriéndose a películas anteriores. De nuevo es Bergman su maestro. Un Bergman poco conocido, el divertido comediante de Sonrisas de una noche de verano, que dirigiera en 1955. Woody Allen ha escrito también un guión en el que reúne a varias parejas enamoradas cuyas relaciones sexuales se entremezclan, provocando equívocos y situaciones graciosas: la mujer de Woody Allen no hace el amor con él porque sufre un trauma. Se había acostado con el amigo de su marido. Pero éste con quien realmente quiere tener relaciones es con la primera novia de Woody, que despide en esa noche su vida de soltera. Aunque su futuro marido sea celoso, tiene más interés en ligar con la amiga del amigo de Woody. Encuentros y desencuentros van coronando la acción.

La comedia sexual de una noche de verano

Guión y dirección: Woody Allen. Fotografía: Gordon Willis. Intérpretes: Woody Allen, Mía Farrow, José Ferrer, Julie Hagerty, Tony Roberts, Mary Steenburgen. Comedia. Norteamericana, 1982. Locales de estreno: Pompeya, Gayarre y Sainz de Baranda.

El objetivo último de la película de Allen parece más propio de la época en que Bergman realizó aquel curioso paréntesis que del cine de nuestros días. Y quizá sea esto contradictorio con la ironía que Allen ha desplegado habitualmente sobre ciertas modas culturales, mitos y otras sofisticaciones.

Es naturalmente legítimo que Allen desarrolle su carrera por los caminos que le apasionan, pero sus seguidores podemos lamentar que no aproveche la oportunidad para continuar el revoltoso discurso de sus mejores películas.

Es Allen un excelente director. Narra con talento la crónica menor de La comedia sexual de una noche de verano. Controla con eficacia a sus actores y estimula la creatividad del brillante fotógrafo. Como actor, Allen se reserva un papel más de entre los seis que componen el reparto de la película. No utiliza su poder para lucir mejor su capacidad interpretativa.

Tanto el texto como la interpretación hacen sonreír con frecuencia. El enredo siempre tiene fascinacion, y cuando, como en este caso, es además inteligente, puede entretener sin esfuerzo. El filme es intachable, pero el genio de Woody no está presente en él.

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