Los ministros de Exteriores de la OTAN estudian, en Canadá, los problemas de la Alianza

Los ministros de Asuntos Exteriores de los dieciséis países miembros de la Alianza Atlántica iniciaron ayer, en Canadá, una reunión a puerta cerrada de dos días de duración para pasar revista a los problemas internos que afectan a la OTAN, y analizar el estado actual de las relaciones Este-Oeste.

La reunión se celebra en el hotel La Sapiniére, un lujoso establecimiento hotelero situado en la estación de esquí de Val David, a unos ochenta kilómetros de Montreal, en un paradisiaco paisaje de montaña.Lo s responsables de política exterior de los países atlánticos se reunieron, sin un orden del día o programa prefijado, con el fin de dar a la reunión un ambiente de total informalidad, en el que los ministros puedan intercambiar libremente sus ideas. De esa informalidad da idea el hecho de que los ministros se reúnen solos, sin ayudantes ni colaboradores. Solamente los jefes de sus gabinetes se alojan con ellos en el hotel. Por parte española asiste José Pedro Pérez-Llorca, con su jefe de gabinete, Santiago Mora Figueroa.

La reunión fue sugerida durante la celebración de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, que tuvo lugar en Bonn en junio pasado, y en la que España participó por primera vez como Estado miembro, y se da la curiosa circunstancia de que la persona que propuso la reunión, el ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania, Hans-Dietrich Genscher, no asiste a la misma como consecuencia de la crisis política de su país. La RFA está representada por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardt von Staden.

Canadá, como presidente de honor de la OTAN este año, actúa de anfitrión, y su ministro de Asuntos Exteriores, Allan MacEachen, dará cuenta hoy por la noche de los resultados de la reunión, en una conferencia de Prensa compartida con el secretario general de la organización atlántica, Joseph Luns

Fuentes canadienses han informado a este periódico que las conversaciones, en las dos sesiones de trabajo previstas por los ministros, estarán centradas en cuatro grandes temas: evaluación de la política y comportamiento de la Unión Soviética; estado de las relaciones entre los miembros de la organización; necesidad de intensificar al máximo las consultas entre los aliados, y principalmente entre los países europeos y Estados Unidos, con el fin de evitar "las situaciones delicadas", como la creada por la construcción del gasoducto soviético, y, finalmente, un análisis de la situación internacional, con un especial énfasis en el conflicto del Oriente Próximo.'

En el tema del gasoducto, según las citadas fuentes, parece que existe un consenso en enterrar el hacha de guerra entre Estados Unidos y los países de la Comunidad Económica Europea, como consecuencia de las promesas hechas por el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, de reconsiderar por parte de Washington la aplicación de sanciones a las compañías que suministran materiales para la construcción de dicho gasoducto, sanciones no respetadas por Gran Bretaña, Francia, la República Federal de Alemania e Italia, que en estos momentos tienen los contratos más importantes.

Estados Unidos, que se opone a esos contratos arguyendo que proporcionan una alta tecnología a los soviéticos, pretende que esta cuestión quede englobada en una consideración total de las relaciones comerciales entre el Este y el Oeste.

En el capítulo de las relaciones. entre los países miembros de la Alianza, fuentes diplomáticas prevén una serie de contactos personales entre los ministros de Asuntos Exteriores griego y turco en torno al tema de Chipre, y entre los de España y Gran Bretaña, a propósito de Gibraltar.