El certamen apoya con entusiasmo los estudios y difusión de la cultura audiovisual
Si, como ya se ha dicho repetidamente, el vídeo es el audiovisual de la revolución electrónica, tal como el cine lo fue de la industrial, el Primer Festival de Vídeo que se celebra dentro del Festival Internacional de Cine San Sebastián puede muy bien representar el futuro del propio certamen cinematógrafico. Los organizadores del festival y algunas instituciones del País Vasco están interesadas en la creación de una videoteca que permitiría crear una infraestructura audiovisual propia y garantizar la continuidad de esta iniciativa.
Quizá por esto mismo, la organización de la 30º edición del festival ha asumido con entusiasmo la idea de presentar el vídeo dentro del certamen, en una actitud que contrasta con la adoptada por los organizadores de otros festivales internacionales. Para éstos, la promoción del vídeo en el contexto de una muestra cinematográfica es un hecho incomprensible que se asemeja a "introducir en su casa al adversario destinado a terminar contigo".Las pretensión de este Primer Festival de Vídeo, el primero efectivamente que se celebra en España tras las presentaciones ante un reducido auditorio que tuvieron lugar en Barcelona impulsadas por Antoni Muntadas, contemplan incluso la creación de una videoteca ligada al ámbito de Euskadi que desarrollará un trabajo estable y permanente. El Festival de Cine de San Sebastián conseguiría así, la creación de una infraestructura audiovisual propia, algo que en sus treinta años no ha podido llevar a cabo en su ámbito natural de la cinematografía. Algunas instituciones del País Vasco están interesadas, de hecho, en la creación de esa videoteca cuya existencia favorecería, por otra parte, la continuidad de este festival de vídeo que puede hacer de San Sebastián una de las capitales del mundo audiovisual.
Debates sobre las aplicaciones
Según Guada Echevarría, la animadora y coordinadora del Festival de Vídeo, esta primera edición no pretende ofrecer los experimentos más vanguardistas ni las obras de mayor calidad del momento, sino únicamente presentar el medio y sus posibilidades al mundo y al público del cine representado por los artistas, teóricos de la comunicación, intelectuales y periodistas que el Festival Internacional de Cine convoca estos días en San Sebastián. Guada Echevarría considera que las presentaciones que han tenido lugar en Barcelona fundamentalmente en torno al trabajo de Antonio Muntadas han jugado un papel muy importante para la divulgación del medio en nuestro país.
Los organizadores echan en falta una asociación que coordine a todos aquellos artistas que trabajan con el vídeo, al estilo de las que ya existen en Estados Unidos o en Europa. La existencia de organismos como el americano Electronic Arts Intermix que tiene sede en París o el departamento de vídeo del centro Georges Pompidou han posibilitado la presencia de obras de autores extrajeros de prestigio.
Los debates sobre Lenguaje visual, Video y psiquiatría, Arte en televisión y Video enseñanza, completan el programa de la muestra que fue inaugurada el pasado viernes con el espectáculo Paradis-vídeo, obra del filósofo francés Jean Paul Fargier. Una frase de Nam Gune Paik, uno de los pioneros del vídeo arte -"la televisión nos ha estado atacando en todos los instantes de nuestra vida; ahora podemos nosotros contraatacar- parece resumir muchas de las inquietudes de estos jóvenes artistas que, en algunos casos, han acudido al festival con sus obras bajo el brazo sin exigir ninguna Compensación económica.
El presupuesto para la organización de este Primer Festival de Vídeo en el que existen dos premios para las obras producidas por autores del País Vasco, asciende únicamente a dos millones y medio de pesetas, cantidad ofrecida por el departamento de Cultura del Gobierno vasco.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.