El programa de rearme de Reagan, con dificultades presupuestarias
El ambicioso programa de modernización de las fuerzas estratégicas norteamericanas diseñado por el presidente Ronald Reagan podría ser dificilmente realizable en razón a su elevado coste, en opínión de analistas norteamericanos.Al anunciar el pasado 2 de octubre su decisión de modernizar simultáneamente los tres elementos fundamentales del arsenal nuclear -los misiles intercontinentales, los bombarderos de largo radio de acción y los submarinos nucleares-, el presidente Reagan no había previsto un déficit público anual superior a los 100.000 millones de dólares (más de once billones de pesetas).
El coste del programa de modernización, calculado por el Pentágono en 180.000 millones de dólares para un período de seis años, será probablemente muy superior a esta cifra, en opinión de los expertos. El Pentágono, con este presupuesto, pretende doblar de aquí a 1990 el número de armas estratégicas capaces de resistir un ataque nuclear soviético contra Estados Unidos.
Los medios especializados se preguntan cómo será posible financiar a la vez la construcción de cien nuevos bombarderos B-I, cuyo coste oscila entre los 28.000 y los 40.000 millones de dólares, de poner a punto un nuevo bombardero utilizando la tecnología ultrasecreta del llamado avión invisible (stealth) y de desplegar cien misíles intercontinentales MX, cuyo coste previsto asciende a 100.000 millones de dólares.
Según el semanario US World and News Report, bien informado en temas de Defensa, no sería sorprendente que el Pentágono se vea obligado a elegir un día entre el B1 y el bombardero invisible, o al menos abandonar otros programas de armamento para financiar la construcción de estos aviones no detectables por los radares.
A corto plazo, las fuerzas aéreas han obtenido los créditos necesarios para la construcción de los siete primeros superbombarderos B-1b en 1983. El B-1b será una versión mejorada del prototipo B1, cuya construcción fue abandonada en 1977 por el presidente Carter. Estará equipado con un sistema perfeccionado de interferencia electrónico y contará con una parte de la tecnología invisible, destinada a reducir su eco en los radares enemigos.
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