Arafat afirma en Roma que la muerte de Bechir Gemayel beneficia a Israel
El presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, manifestó ayer en Roma su "disgusto" ante el atentado que costó la vida el martes al presidente electo de Líbano, Bechir Gemayel. Apenas pisó tierra italiana, Arafat dijo que la muerte de este dirigente constituye para Israel "una justificación para legitimar la ocupación de Líbano, en contra de los acuerdos firmados con Philip Habib".
Arafat fue recibido ayer por el papa Juan Pablo II. A pesar del caracter privado de esta audiencia, el Vaticano hizo público anoche un comunicado oficial en el que se pronuncia por una solución equitativa y duradera del conflicto de Oriente Próximo en el que quede excluído el recurso a las armas y a la violencia, sobre todo al terrorismo y a la represalia, y reconozca el derecho a la existencia de todos los pueblos de la región, en especial el del pueblo palestino a tener una patria propia y el de Israel a su seguridad. La entrevista entre Juan Pablo II y'Arafat duró algo más de veinte minutos.Para los observadores de la capital italiana resulta poco habitual que el Vaticano emita un comunicado oficial tras un encuentro calificado previamente como privado. En el comunicado el Vaticano añade que Juan Pablo II, refiriéndose al drama de Líbano, manifestó su preocupación por la agravación de la situación tras el asesinato del presidente electo Bechir Gemayel. Juan Pablo II deploró enérgicamente "los incalificables actos de terrorismo y expresó la esperanza que el proceso de reconstrucción de Líbano no se vea interrumpído".
Importantes medidas de seguridad
El Ministerio del Interior italiano ha instalado un importante dispositivo de seguridad en tomo a Arafat. Las autoridades dé este país pidieron a Arafat que redujese al mínimo sus desplazamientos en Roma pero lo apretado del programa y de los encuentros del presidente de la OLP hacen casi imposible seguir estas consignas.
Arafat llegó al aeropuerto de Ciampino, en el sur de Roma, cerca de las diez de la mañana, en un vuelo especial de la Royal Air Maroc. En la pista le recibieron parlamentarios italianos en calidad de representantes de la Unión Interparlamentaria Mundial (UIM), cuyas sesiones se desarrollan actualmente en la capital italiana, por los embajadores de los países árabes y representantes diplomáticos de los países del bloque socialista. Dos niños palestinos ofrecieron un ramo de lirios blancos a Arafat, que vestía uniforme núlitar de color verde y la habitual kefia blanca y negra. Pero el momento más emocionante fue cuando se encontró con el arzobispo malaquita de Jerusalén, Hilarión Capucci, con quien se fundió en un prolongado abrazo, y con el sacerdote católico de Belén, Ayad, que es miembro del Consejo Nacional Palestino.
Cuando habían finalizado las ceremonias protocolarias en el aeropuerto y parte de la comitiva oficial empezaba a encaminarse hacia la capital italiana, el dirigente palestino anunció que que ría hacer una declaración sobre el asesinato del presidente electo de Líbano, Bechir Gemayel. "Me disgusta que haya podido suceder esto", dijo Arafat, que añadió: "Se trata de un golpe contra los esfuerzos de conciliación entre las facciones libanesas, y es un intento de justíficar la continuación de la ocupación israelí de Líbano, contra lo acordado con el mediador norteamericano Habib".
Tras mantener una entrevista con la presidenta del Parlamento italiano, la comunista Nilde Jotti, Arafat pronunció un conciliador discurso ante la Unión Parlamentaria Mundial, qué le había invitado a participar en calidad de observador en las sesiones que se celebran en Roma.
Discurso conciliador
El dirigente palestino habló durante veinte minutos y atacó a Estados Unidos por su connivencia con Israel en la guerra de Líbano y pidió a la Organización de las Naciones Unidas quégarantice la existencia de un territorio y una patria palestinos "en parte de Cisjordania y en Gaza".
En su intervención, que fue boicoteada por la delegación parlamefítaria israelí presente en Roma, Arafat subrayó que la OLP había hecho una opción en favor de un arreglo diplomático de Oriente Próximo y que éste depende de "la conciliación entre el derecho a la existencia de Israel y el derecho palestino a una patria".Tras su intervención en la UIM, el dirigente palestino se entrevistó y almorzó con el presidente Pertini.
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