El fiscal Martín Pallín analiza en la UIMP, el derecho a la intimidad y la información

La utilización por los poderes políticos del respeto a la intimidad como coartada para limitar la libertad de, información, la inadecuación del Código penal y la inactividad legislativa frente a los problemas que plantea para el individuo y las libertades el desarrollo de la tecnología informática, fueron algunos de los temas analizados por el fiscal y profesor universitario José Antonio Martín Pallín en la conferencia pronunciada ayer en la Universidad Intemacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.El fiscal Martín Pallín inició su intervención en la tribuna del seminario internacional, que dirige el rector de la UIMP, Raúl Morodo, afirmando que "una concepción desmesurada de la intimidad representa un peligro para la libre información y para el conocimiento que los ciudadanos deben tener sobre datos de interés para el buen funcionamiento de las instituciones".

"Dada la indeterminación y variabilidad del concepto de intimidad", precisó el conferenciante, "corresponde a los tribunales de justicia su construcción y la delimitación del ámbito de proyección".

"Es un reto y una responsabilidad", dijo, "que los jueces deben ejercitar y desarrollar sin perder nunca el contacto con los intereses sociales predominantes en una sociedad democrática", y añadió que esos intereses colectivos y superiores son los que "legitiman la intromisión en la esfera íntima de la persona".

La ética y la discreción como verdadera salvaguarda de la intimidad, son, a criterio de Martín Pallín, dos actitudes que en ningún caso "pueden ser impuestas coactivamente por disposiciones legales, sino por su asunción libre y responsable por los profesionales de la información".

Desde el punto de vista del conferenciante, lo que distingue una sociedad controlada por el aparato del Estado de otra con un régimen de libertades es que en la primera "el secreto es la regla y la información la excepción", en tanto que en la segunda se invierten los términos. En este sentido recordó que, frente a la regulación de la intimidad recogida en la ley orgánica del 5 de mayo del presente año, resalta la inactividad legislativa frente a los graves problemas que plantea al individuo y a las libertades el desarrollo de la tecnología informática, que pone en cuestión", afirmó, "valores y principios consustanciales a una sociedad democrática y afectan tanto a los derechos de la personalidad como a la propia estructuración del Estado y de la sociedad".

La insuficiencia de la ley citada para defender al ciudadano ante las intromisiones ilegítimas y ante el sujeto activo de la intromisión, que en el caso de la informática es siempre el Estado o un grupo de poder económico, hace necesario, ajuicio de Martín Pallín, el control político de la informática. Esta ofrece a quienes controlan su tecnología, una inmensa fuente de poder o bien sirve al poder establecido, "dotándole de unas posibilidades de control hasta hace poco insospechadas", por lo que, precisó, "la sociedad debe vigilar su uso si quiere proteger sus derechos y libertades".