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Terminó el boicoteo al 'Gem' por ecologistas de Greenpeace

Los seis ecologistas de Greenpeace que obstaculizaban el vertido de residuos nucleares en alta mar, a setecientos kilómetros de la costa gallega, pusieron fin ayer al mediodía a su encadena miento voluntario a las plataformas del buque británico Gem, tras permanecer atados al mismo durante tres días. El comando de Greenpeace, integrado por cinco hombres y una mujer pertenecientes a seis nacionalidades distintas, abandonó su actitud después de que un juez de Amsterdam (Países Bajos) decidiera no atender la petición de la agencia británica de energía atómica (UKAEA) para que "se procese inmediatamente a Greenpeace".

Según informaron fuentes de la organización ecologista, el juez ha dicho que necesita algunas horas para dictaminar el caso y ha solicitado de Greenpeace que abandone su acción a bor do del Gem, antes de pronun ciarse sobre las pretensiones de la justicia británica. La UKAEA ha solicitado el proce samiento de Greenpeace en virtud de un auto judicial dicta do el pasado 2 de julio por el tribunal del Almirantazgo británico, que prohibe a Greenpeace interferir fisicamente las operaciones de vertido de residuos radiactivos que anualmente lleva a cabo el buque Gem.

Los ecologistas manifestaron que la decisión de que sus seis compañeros se desencadenaran y volvieran a su barco Sirius había sido tomada porque, además de facilitar la tarea a la justicia holandesa, consideraban que ya habían conseguido el objetivo primordial de llamar la atención de la opinión pública sobre la gravedad de la contaminación radiactiva del mar.

Nuevos vertidos en agosto

Tras las 2.700 toneladas de residuos radiactivos vertidos por el buque británico Gem durante los últimos días, ya se ha anunciado la llegada a esta misma zona del Atlántico de otros tres barcos procedentes de Noruega, con 4.000 toneladas; Holanda, con 5.000 y Suiza, con 850 toneladas de material de desecho nuclear.

La dispersión de los residuos nucleares implica su incorporación a las cadenas alimenticias de los seres marinos, uno de cuyos últimos eslabones son los seres humanos.

Por este motivo, el partido nacionalista Esquerda Galega envió ayer a las cofradías de pescadores de la región un comunicado en el que denuncia el peligro de los residuos radiactivos para la vida, la salud y el futuro de Galicia. Por otra parte, el sindicato socialista UGT hizo público un comunicado en el que "protesta y rechaza la sistemática práctica de los países que se dedican a enterrar sus residuos atómicos en el océano".

La primera. respuesta a la iniciativa de Esquerda Galega consistió en un encierro de representantes de cofradías de pescadores, grupos ecologistas y partidos políticos en las instalaciones de la cofradía de Ribeira (La Coruña). Una treintena de personas permanecían encerradas, a última hora de ayer, y habían difundido un llamamiento contra la acumulación de materiales de desecho nuclear en el fondo del mar, frente a las costas gallegas.

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