El Reino Unido se niega a devolver y las obras de arte a sus países de origen

Los grandes museos del Reino Unido son instituciones privadas en las que no puede intervenir el Gobierno. Sus colecciones han sido, además, adquiridas legalmente, por lo que no es realista pedir que las devuelvan a sus países de origen. Esta es la posición oficial expuesta por el delegado británico ante la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales de la Unesco, en respuesta al discurso de la ministra griega de Cultura, Melina Mercouri, que pidió el apoyo de esta organización internacional para que el Reino Unido restituya a su país, entre otras obras, el friso del Paternón.El representante británico añadió que tales museos "forman ya parte de nuestra herencia internacional, tanto como cualquier sitio histórico". En esta línea argumental dijo que "un museo que deja de recolectar es un museo muerto, y no permitiremos que un nacionalismo estrecho destruya una herencia más importante que la que pereció con la destrucción de la gran biblioteca de Alejandría".

Tráfico ilícito

El Ministerio británico de las Artes condena el tráfico ilícito de bienes culturales, pero opina que son los países de origen quienes deben combatirlo y poner su casa en orden. "Los grandes museos universales", dijo, "de los que se han creado muy pocos en doscientos años, han servido a la comunidad internacional conservando de forma científica muchos tesoros que habrían desaparecido".Melina Mercouri acusó a los ingleses de aplicar una legalidad muy peculiar. En su opinión, lo que lord Elgin hizo al arrancar el friso del Partenón fue un saqueo tan legal como el que durante siglos practicaron los piratas.

Tras la explicación oficial de la delegación británica, un representante griego manifestó que "esta actitud no va con la nobleza tradicional de los ingleses, ni es congruente con su deseo de salvaguardar el patrimonio cultural y las joyas de la antigüedad".

A las reclamaciones griegas se han sumado las de Egipto y la India, entre otros países que se sien ten expoliados por el coleccionismo británico, que tuvo su edad de oro en el siglo XIX.

Aunque la Unesco tiene su propio organismo para decidir sobre estos temas -, Grecia ha anunciado que presentará una recomendación en este sentido ante el plenario. Para ello cuenta con el apoyo de más de un centenar de delegaciones.

En una conferencia que se ha centrado muy especialmente en el colonialismo cultural, ejercido a través de los monopolios de la información, es congruente que la reclamación griega reciba un respaldo mayoritario. En esta misma línea se inscriben otras propuestas que encabeza México, sobre preservación del patrimonio cultural de las naciones.

El representante ecuatoriano abundó también en la creciente proliferación de aventureros, saqueadores y exportadores no escrupulosos de bienes culturales. Pidió a los países desarrollados que suscriban un convenio de 1970 ideado precisamente para salva guardar el patrimonio cultural de todas las naciones que no debe quedar, dijo, al arbitrio exclusivo del dinero.