El homenaje a las bandas populares recuperó una tradición musical de Galicia

Cerca de un millar de músicos participaron en el cuarto homenaje a las bandas populares de musica de Galicia, que reunió el pasado viernes en Santiago a veintidós de las poco más de treinta formaciones de este tipo que mantienen precariamente en Galicia una tradición a medio camino entre lo musical y lo sociológico.

Pasacalles, un concurso no competitivo y la interpretación conjunta del himno gallego por todas las bandas vertebraron el programa del encuentro, que, en sólo cuatro años, ha llegado a convertirse en un auténtico bolsín de contratación para las fiestas veraniegas.Suplida la ausencia de protección oficial por la iniciativa particular de un grupo de aficionados a la música de banda, el homenaje ha contribuido sustancialmente a revertir un proceso de liquidación que hizo desaparecer por distintas causas a la mayoría de las doscientas agrupaciones que existían en Galicia a finales del pasado siglo.

"Sea coincidencia o no", asegura el principal promotor del homenaje, José Luis Bernal, "lo cierto es que desde que iniciamos la concentración anual de bandas se han reorganizado dos o tres desaparecidas hace ya tiempo".

La decadencia de las bandas populares, ligadas en su origen a la tradición festiva gallega, se inició con la guerra civil, para acentuarse con la formación de orquestinas y conjuntos que acabaron por sustituirlas en su función de animadoras de fiestas.

Formadas por marineros, labradores y trabajadores del medio rural, las bandas populares son, a juicio del compositor y musicólogo Rogelio Groba, Ias generadoras de la acción musical en Galicia en su aspecto generacional, pedagógico, interpretativo y cultural". Las academias de cada una de estas agrupaciones han cumplido, según Groba, un papel sustitutivo básico, desde la pedagogía musical.

"Sin su labor pedagógica", concluye Groba, director de la Orquesta de La Coruña, "Galicia no podría contar hoy con sus cuatro bandas municipales, integradas casi en un 99% por músicos gallegos". Entre las bandas figuraban algunas -como las de Merza, Arca, Arzua o Ribadavia- de las que a comienzos del pasado siglo iniciaron esta peculiar tradición.