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SANIDAD

Los afectados por el síndrome tóxico de Valladolid piden un tribunal provincial de bajas

La asociación de afectados por el síndrome tóxico de Valladolid ha solicitado al gobernador civil la constitución del tribunal provincial de bajas, "cuya existencia en nuestra provincia no nos consta, pese a que su creación está regulada". El citado organismo estaría integrado por representantes de la Inspección de Sanidad, Colegio de Médicos, servicios médicos de empresa y Plan Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo. "Creemos que este tribunal sería más ecuánime a la hora de dar las altas a enfermos del síndrome tóxico que quienes las otorgan ahora".

Esta postura de la asociación de afectados está relacionada con el malestar surgido entre los enfermos a raíz de la sentencia de Magistratura de Trabajo por la que se absolvió al Insalud de una demanda promovida por 36 afectados por altas supuestamente indebidas y notificadas con un retraso que en algunas ocasiones llegó hasta a los seis meses. Veintisiete de ellos volvieron a ser dados de baja posteriormente. La sentencia consideraba que, pese a no estar completamente curados, los enfermos podían hallarse en condiciones de reincorporarse al trabajo.El abogado de los demandantes, que ha recurrido contra la sentencia, señaló que existen diferencias entre ser dado de alta para el trabajo y el párrafo "por ser dado de alta el trabajador", contenido en el artículo 10 de la ley de Seguridad Social. "Esto plantea problemas", añadió, "porque si el médico da de alta a un enfermo queremos saber para qué tipo de trabajo. No es lo mismo, por ejemplo, estar en un puesto de vigilante que en una cadena de montaje. El primero podría desempeñar su labor, pero el segundo no, y corre el riesgo de que se le despida por bajo rendimiento. De ahí nuestra petición de que se constituya el Tribunal Provincial de Bajas, puesto que el médico de la Seguridad Social que concede las altas entiende de medicina interna, pero puede no saber de medicina laboral".

Por otra parte, los afectados consideran que se ha producido un deterioro en sus relaciones con los médicos en los últimos tiempos. "Fueron estupendas en los diez primeros meses, pero ahora registran problemas quizá porque los médicos están contratados y tienen una gran dependencia del programa provincial de seguimiento del síndrome tóxico". Asimismo rechazan tajantemente su comparación con los diabéticos, realizada por uno de los médicos que compareció como testigo en el juicio contra el Insalud, "porque los diabéticos tienen un tratamiento concreto que corrige su enfermedad".

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