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Mariano Barbacid, un profesional 'típicamente americano'

Después de ocho años en Estados Unidos, Mariano Barbacid el director del grupo de científicos españoles que ha aislado e identificado un gene que causa cáncer lleva una vida típicamente made in USA. Tiene una casa en Reston, uno de los suburbios más alejados de Washington, a unos cuarenta minutos por autopista, un coche americano que se traga la gasolina por galones, y un enorme perro gigante blanco de raza Poodle, que se llama Bonaparte.El doctor Barbacid apenas pisa la capital, quizá una noche a la semana, si decide ir al cine o a cenar a alguno de los restaurantes franceses o italianos de Georgetown, el barrio de diversión de Washington. Hace las compras en un gran centro comercial que tiene a cinco minutos de casa, y en verano va a la piscina o juega al tenis en el centro de recreo de la urbanización donde vive.

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Cuando nos recibió en su casa de Reston (Virginia), al día siguiente de que se difundiera en España su éxito científico, nos obsequió con una barbacoa (acontecimiento social típico de Estados Unidos, en el que se asan en una parrilla al aire libre hamburguesas y hot-dogs), chile (comida picante del sur de Estados Unidos) y una sangría, en atención a los orígenes.

Mariano Barbacid está en constante contacto con la comunidad de científicos españoles en Washington, que son alrededor de medio centenar, repartidos por diversos hospitales, centros e institutos como el del cáncer. Su casa es uno de los principales lugares de reunión social de la colectividad hispana.

El laboratorio en el que trabaja con Eugenio Santos y Vicente Notario no está tampoco en Washington, sino en Leesburg Pike, la ruta siete de Virginia, una carretera llena de tiendas, centros comerciales, almacenes y moteles.

Mariano Barbacid, el único químico del grupo que ha conseguido aislar e identificar el gene que causa el cáncer, estudió en la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo el título de licenciado en 1971. En seguida se doctoró en el Centro de Biología Molecular de la capital española, situado en la céntrica calle de Velázquez, bajo la dirección del doctor David Vázquez. Después vino a Estados Unidos, e ingresó en el National Institute of Health (Instituto Nacional de la Salud), de Bethesda (Maryland).

Mariano, Vicente y Eugenio se conocieron aquí, en Washington, en reuniones de carácter científico. El doctor Mariano Barbacid empezó investigando y trabajando en tumores animales, hasta que decidió dar el paso hacia la búsqueda de los orígenes del cáncer, y convenció a sus actuales compañeros para formar el actual grupo de trabajo

Barbacid tuvo graves problemas en su momento para poder permanecer en Estados Unidos, dado que las autoridades españolas le ponían obstáculos para darle la carta de no objeción, el documento que permite a un científico español seguir en EE UU después de tres años.

A pesar de que su vida es ya típicamente norteamericana y aún hablando en español se le escapa de cuando en cuando una expresión o una palabra en inglés, dice que le gustaría volver a España si pudiera hacer allí el mismo trabajo que aquí. "Pero ya no me importa quedarme", aclara.

En el sótano de su casa tiene un futbolín en el que uno de los equipos viste la camiseta blanca del Real Madrid y el otro la rojiblanca del Atlético, Y en él echa grandes partidas con sus compañeros Eugenio y Vicente, y con otros colegas españoles que le van a visitar.

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