Calidad y poco público en la Bienal de Arte de Oviedo
La gran calidad de las obras presentadas, subrayada en el acta por los miembros del jurado, ha sido, junto con un espectacular descenso del número de visitantes, la nota más destacada de la III Bienal de Arte Ciudad de Oviedo, clausurada recientemente en el palacio de Velarde de la capital del Principado.
La III Bienal constituyó un homenaje simbólico a los miembros de El Paso, grupo que realizó su primera exposición precisamente en Oviedo, hace veinticinco años. El Museo Español de Arte Contemporáneo cedió varias obras de este grupo, que permanecieron expuestas en una de las salas del museo.
El jurado, integrado por Alvaro Martínez Novillo, Antonio Suárez, José Ayllón y Ramón Rodríguez, seleccionó 127 obras de las seiscientas presentadas, que permanecieron expuestas durante un mes en varias salas del Museo Provincial de Bellas Artes (palacio de Velarde).
Ramón Rodríguez, nuevo director de la bienal, estima que este año la obra presentada ganó en coherencia, "con el predominio de la abstracción, el arte que hoy se hace en España", pero se siente insatisfecho por la falta de medios, el escaso apoyo recibido del Ayuntamiento de Oviedo -la entidad organizadora- y el mal momento elegido para celebrar la exposición, que fue visitada por 9.169 personas frente alas 50.000 de la edición anterior.
La Bienal de Oviedo no tiene fin competitivo alguno, carece de premios y trata de fomentar una participación amplia, abierta y de calidad, que favorezca la relación entre los artistas contemporáneos y la difusión pública de sus obras.
