Un primer encierro rápido y limpio

El primer encierro de los sanfermines-82, con cinco toros de la, ganadería del, conde de la Corte, celebrado ayer por la mañana en Pamplona, fue rápido y muy limpio durante todo el trayecto, registrándose al término del mismo cuatro heridos, dos de ellos de pronóstico menos grave. El desarrollo de este encierro junto con un calor sofocante y los miles y miles de personas que abarrotan las calles de la capital navarra, son algunas de las características de las recién comenzadas fiestas de San Fermín.Tres minutos y 26 segundos duró el primer encierro de los sanfermines-82 que se ha caracterizado por la limpieza y rapidez con que se ha desarrollado. Los cinco toros de la ganadería del conde de la Corte corrieron perfectamente todo el trayecto por el centro de la calzada, sin lanzar derrotes ni a derecha ni izquierda y, arropados, en todo momento, por diez cabestros.

La manada, en los últimos metros del recorrido, se estiró peligrosamente por lo que a la plaza de toros llegaron algunos astados distanciados de sus compañeros. Una rápida y eficaz labor de los dobladores de la plaza hizo que los toros junto con los mansos entrasen rápidamente en los corrales.

Pese a la limpieza con que toros y mocerío corrieron este primer encierro, se registraron cuatro heridos, dos de los cuales quedaron internados en el hospital provincial de Navarra. Uno de estos heridos, de pronóstico menos grave, es un nortemaricano, Charles Williams, de 57 años de edad, quien recibió un puntazo en la región lumbar de unos siete centímetros de profundidad.

Un segundo herido, también de pronóstico menos grave es Angel Vázquez Elizari, de 26 años, y vecino de Pamplona, quien tiene una luxación en el codo izquierdo. Estos heridos se produjeron en la cuesta de Santo Domingo a pocos metros de los corrales de los toros.

El calor sofocante es la nota predominante. El martes se alcanzaron los 42 grados centígrados, a las seis de la tarde. No es extraño que los actos multitudinarios acaben con auténticas duchas de agua, arrojada a raudales por ventanas y balcones, o incluso de champán, bebida que parece que esta sustituyendo al vino.