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13 españoles, entre los europeos retenidos por UNITA en Angola

La Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), movimiento que se opone por las armas al régimen marxista de Angola, ha reivindicado la captura de trece españoles, dieciocho portugueses, dos brasileños, una argentina y una suiza. Entre los ciudadanos españoles figuran el médico catalán Fernando Sabaté, su esposa y su hijo. Se desconoce la identidad de los restantes.

En un comunicado publicado en Lisboa, pero fechado en París, la delegación exterior del movimiento de Jonás Savimbi afirma que, entre el 1 y el 16 de junio, sus Fuerzas Armadas de Liberación de Angola (FALAS) han capturado a estos extranjeros, "que vivían en localidades controladas por el enemigo o se hacían transportar en columnas militares". Durante el mismo período, UNITA afirma haber realizado cincuenta acciones militares en siete provincias del sur y del este de Angola, haber matado a 187 enemigos y recuperado o destruido gran cantidad de material bélico.

UNITA, fundada el 13 de marzo de 1966, se encuentra en la clandestinidad desde que el Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA) proclamara, el 11 de noviembre de 1975, la independencia de la ex colonia portuguesa.

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UNITA secuestra a civiles extranjeros para llamar la atención

Viene de la primera páginaEn su comunicado, UNITA invita a los demás países y a las organizaciones internacionales a evacuar a su personal de la zona de guerra: las provincias de Huambo, Bie, Moxico, Cuando-Cubango, Cunene, Huila, Mocamedes, Benguela, Cuanza Sur, Malange y Lunda; o sea, más de la mitad del territorio de la República Popular de Angola.

UNITA afirma que el objetivo de su lucha es la expulsión de los cubanos, la liberación total de Angola y la reconciliación nacional, pero no se responsabiliza de lo que podrá acontecer en el futuro a los extranjeros, "que, obstinadamente, quieren seguir trabajando al lado del MPLA (Movimiento Popular para la Liberación de Angola)", en el poder en Luanda. El aviso de UNITA parece dirigirse esencialmente a la Cruz Roja y a las misiones religiosas.

Ya el año pasado la inseguridad había obligado a la Cruz Roja a suspender sus programas de ayuda a los numerosos refugiados huidos de la zona sur de Angola, donde habían penetrado las fuerzas surafricanas. Las últimas identidades conocidas de extranjeros muertos o secuestrados por UNITA se refieren en su mayoría a religiosos, católicos o protestantes.

Para disculparse, el mes pasado, cuando perdió la vida una religiosa católica portuguesa, UNITA había afirmado que numerosas misiones habían sido transformadas en "cuarteles de cubanos y del Ejército regular angoleño".

Misioneros españoles

En la provincia de Bie, de donde es oriundo Savimbi y donde UNITA tiene una fuerte implantación tribal, trabajaban antes de la independencia de Angola numerosos misioneros católicos españoles. El más célebre es el padre trapense Roberto Benjamín Fernández Manzanares, natural de Burgos, capturado por UNITA en 1981.

El 20 de marzo de 1982 UNITA hizo llegar a la delegación de Efe en Lisboa una fotografía del padre Fernández con un mensaje manuscrito, fechado el 8 de febrero del mismo año, en el cual el religioso afirmaba ser bien tratado por sus raptores. El representante de UNITA afirmó entonces que su movimiento había apresado al misionero español para que "el mundo reconozca la existencia de nuestra guerrilla".

En diciembre de 1981 la Prensa portuguesa reveló la presencia en Lisboa de un religioso español, el padre Luis María Esparza Manjirón, que esperaba negociar con UNITA la liberación del padre Roberto Benjamín Fernández, capturado el 15 de noviembre. Las autoridades de Madrid habían transmitido la información, recibida de su Embajada en Luanda, a la orden de Císter y a la familia del misionero. Contactada en Suiza, UNITA había hecho saber que no liberaría al misionero sin una petición formal del Gobierno de Madrid, lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores consideró imposible, por comprometer las relaciones entre España y Angola. Manjirón esperaba que UNITA aceptara liberar al padre Fernández al saber que sus diligencias le habían sido encomendandas, "formalmente y por escrito", por el Gobierno español.

Las esperanzas de Manjirón no se concretaron. Los periodistas portugueses que asistieron, el 6 de abril pasado, a la entrega por UNITA de diecisiete presos portugueses a una representación del partido gubernamental democristiano tuvieron oportunidad de entrevistar al misionero español. Fernández Manzanares hizo declaraciones criticas al actual régimen angoleño y elogiosas para UNITA, previendo que después de la toma del poder por esta última "la paz volvería, y con ella, la prosperidad".

Caminar durante meses

Los presos portugueses que llegaron el pasado 14 de abril a Portugal, después de largos años de cautiverio, han relatado sus difíciles condiciones de vida. Revelaron que UNITA no maltrata a sus prisioneros (civiles extranjeros), pero que tuvieron que caminar meses antes de llegar al punto donde fueron liberados (en la frontera entre Angola y Namibia) y que pasaron hambre "porque no había alimentos, y los guerrilleros no comían más que nosotros".

La liberación de los diecisiete presos portugueses de UNITA es ilustrativa de le que pretende *el movimiento de Savimbí. Después de haber hecho saber que no liberaría a los veintiséis o veintiocho ciudadanos lusos sin que mediara un reconocimiento formal de UNITA por parte del Gobierno de Lisboa, Savimbí acabó por transigir: siete hombres, seis mujeres y cuatro niños fueron entregados, a través de Africa del Sur, a una delegación oficial del partido gubernamental, CDS, "sin condiciones"; pero, simultáneamente, se confirmaba que había más portugueses y extranjeros presos y que UNITA seguiría capturando a aquellos que colaboraban con el régimen de Luanda.

Una revista católica portuguesa publicaba, hace días, un reportaje sobre las difíciles condiciones de vida de los misioneros en Angola, calificándolas de "heroicas". Se decía que, en diversas regiones, los religiosos estaban obligados a utilizar columnas militares para sus desplazamientos, dada la inseguridad de las carreteras.

El clero, dividido

Pero ésta no sería la única razón de los accidentes acontecidos con religiosos. El clero católico angoleño estaría dividido sobre sus relaciones con el régimen de Luanda Un sector del episcopado, encabezado por el obispo de Malange, ex militante del MPLA, busca una cierta colaboración, a la que se opone el sector más tradicionalista, que no esconde sus simpatías por el movimiento de Savimbi, prooccidental y antimarxista.

Jonás Savimbi, educado en una misión protestante (adventista), es él mismo profundamente religioso y no puede encarar sin desagrado una eventual reconciliación del episcopado católico con Luanda.

Las autoridades angoleñas afirman que es muy difícil para ellas. asegurar la protección del personal de las misiones, que no depende de su administración. Acusan a UNITA de ejercer chantaje sobre algunos Gobiernos y organizaciones internacionales, tomando como rehenes a personas extranjeras. Pero lo que más preocupa en estos momentos al Gobierno de Luanda es la eventual coincidencia de la ofensiva diplomática de UNITA con una ofensiva militar surafricana, aparentemente en preparación.

Coincidencias semejantes, se han sucedido ya en diversas ocasiones. Se habla ahora de importantes concentraciones de tropas de Africa del Sur junto a la frontera entre Namibia y Angola.

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