La Policía Municipal de Rentería, en desacuerdo con el informe presentado por el Gobierno Civil
El informe elaborado por el Gobierno Civil de Guipúzcoa sobre la explosión que causó gravísimas heridas al niño Alberto Muñagorri, ha sido rechazado por los miembros de la Policía Municipal de Rentería y los corporativos de ese Ayuntamiento que componen la comisión de investigación de estos hechos. Según estos últimos, el número de comunicaciones entre los agentes municipales y las fuerzas de seguridad del Estado ascienden a cuatro, y no a dos, como establece el informe policial.El informe del Gobierno Civil no cita, en la relación de llamadas recibidas la realizada al 091 la noche anterior al suceso, por el vecino de esa localidad, Angel Calvo Pindado. En dicha comunicación, realizada entre las 3.45 horas y las cuatro de la madrugada, Angel Calvo Pindado, de 56 años, empleado hasta el pasado mes de marzo de Unión de Explosivos Río Tinto, alertó a la policía de la existencia de una mochila sospechosa en la puerta del almacén de Iberduero.
Angel Calvo Pindado, por su parte, afirmó ayer que en el momento de apercibirse de la existencia del bulto no vio a ningún miembro de la Policía Municipal en la plaza Aralar, donde estaba situada la mochila. "Al llegar donde estaba la mochila me entraron ganas de tocarla, porque estaba en buen estado, pero este mismo detalle y el hecho de que estuviera situada en la puerta del almacén de Iberduero, me hicieron finalmente desistir".
"Total, que llegué a casa un poco preocupado y se lo comenté a mi mujer. Después llamé al 091 y les indiqué el lugar donde estaba la bolsa. Me dijeron que durmiera tranquilo, que tenían conocimiento de esa mochila, que la habían inspeccionado y que no contenía nada", añadió Angel Calvo.
"Tras la explosión, Pilar, mi mujer, bajó a la calle y vio al niño tendido en el suelo, cubierto con una manta, en el mismo sitio donde había estado la mochila. Entonces, fuera de mí, porque yo también tengo hijos, cogí el teléfono y volví a llamar al 091. Les dije que no había derecho y les pregunté por qué me habían dicho que no había peligro. Entonces me pidieron los datos de mi número de carné, mi nombre, mi domicilio, etcétera. Además, el Telediario dijo el otro día que no se había recibido ninguna llamada comunicando la existencia de la mochila. Yo, la verdad, estoy indignado".
El niño Alberto Muñagorri, que continúa en estado estacionario y se recuper a progresivamente de sus heridas. Por otra parte, el comunicado emitido por ETA Militar la noche del miércoles, reivindicando la colocación del artefacto y desmintiendo una anterior nota en la que se rechazaba la autoría de esta organización, ha causado gran sorpresa en los medios políticos. Algunos observadores apuntan a la existencia de graves diferencias intemas en el seno de ETA Militar.
El Gobierno Civil replica a ETA
El Gobierno Civil de Guipúzcoa hizo pública en la tarde de ayer una nota en la que, en respuesta a los comunicados de ETA Militar en los que primero negaba y luego se hacia responsable, de la colocación del artefacto de Rentería, señala que "el paquete-trampa que hizo explosión contra la policía. La nota señala asimismo, "ante la burda intoxicación informativa del pueblo vasco, que se intenta en el comunicado hecho público por ETAm el 27 de junio, por intermedio de uno de sus habituales medios de publicidad", que esta organización es, efectivamente, "responsable de cuantos actos terroristas se cometen en tierra vasca".El Gobierno Civil considera que "era perfectamente previsible por ETA" el que fuera un niño de corta edad el que hiciera volar el artefacto, remontándose para ello en los casos en que anteriormente se ha producido tal desgracia "si el artefacto hubiese estallado en manos de un policía -continua diciendo la nota- ETA hubiese reivindicado de inmediato el hecho". Pero al resultar gravemente herido el niño Alberto Muñagorri, ha optado, según el Gobierno Civil, por Ias falsas acusaciones y burdas atribuciones de responsabilidades, a través de los medios que domina, de su de su brazo civil de todos conocido clarísimamente en Euskadi".
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