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El conflicto anglo-argentino

La Royal Navy se despliega en formación de ataque

Andrés Ortega

La flota británica, con unos cincuenta barcos concentrados ayer ante las Malvinas, se encuentra preparada para un desembarco en cuanto reciba la orden. Hoy o mañana se conocerá la respuesta argentina a las últimas propuestas británicas presentadas en las Naciones Unidas para resolver el conflicto de las islas Malvinas, declaró ayer en el Parlamento la primera ministra Margaret Thatcher. "Esta es una semana crítica para saber si podemos llegar a una solución pacífica, añadió. Thatcher se negó a debatir en el Parlamento una posible escalada militar, en contra de lo que pedía el líder laborista, Michael Foot.

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Por otra parte, ayer se supo que Gran Bretaña está "decepcionada profundamente" por la posición adoptada por el Gobierno español sobre la crisis de las Malvinas, según declaró el ministro adjunto del Foreign Office Cranley Onslow.En respuesta a una pregunta conservadora, Orislow afirmó que el motivo fundamental de la decepción es que Madrid no haya querido apoyar la resolución 502 del Consejo de Seguridad de la ONU, que condenaba la agresión argentina. El sentimiento británico, añadió, ha sido claramente expresado al Gobierno español.

"Durante seis semanas hemos intentado lograr una solución negociada. Si no podemos conseguirla, estoy segura de que la mayoría de los ministros y diputados no dudarán en una solución de fuerza", dijo Thatcher en el turno de interpelaciones. No se mostró dispuesta a seguir soportando la "prevaricación argentina".

La víspera, y de nuevo ayer, Foot había vuelto a pedir un debate en los comunes antes de que el Gobierno emprendiera una grave escalada de las hostilidades. Foot solicitó al Gobierno que explicara si había habido algún cambio en la postura argentina. Thatcher accedíó tan sólo a otro debate, mañana, que n o cubrirá, por parte del Gobierno, las opciones militares concretas.

El "gabinete de crisis" se reunió de nuevo en la mañana de ayer para discutir los; últimos informes provenientes de Nueva York. En él, Pym informó del mal trago británico en la Comunidad Económica Europea, que está socavando el apoyo internacional de que hace gala Londres. Las sanciones economicas contra Argentina no han sido aprobadas unánimemente por los diez. Aunque sí ha proporcionado una semana de respiro. Si las negociaciones en la ONU fracasan, Gran Bretaña podría decidirse a acelerar su opción militar.

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La decisión comunitaria de ignorar el veto británico en la fijacíón de los yrecios agrícolas fue recibida como una bofetada en Londres. "Sin precedentes" la calificó Thatcher, añadiendo que "aun podría ser posible invertirla".

Ayer comenzó en Londres una reunión de la asamblea dela Unión de Europa Occidental, que podría aprobar hoy un informe apoyando al Reino Unido en el conflicto con Argentina, aunque avisando de que esta guerra puede llevar a una crisis internacional de mayores proporciones. La manzana militar parece estar madura. Fuentes informadas señalaron que la mayoría del grupo de asalto británico, formado por el Camberra, con 2-000 hombres a bordo, los buques anfibios Intrepid y Fearless, y otros ferries y barcos, "se habían concentrado ayer en torno al portaeronaves Hermes a 90 millas al noroeste de las islas. Desde aquí tardarían sólo unas pocas horas en llegar a las costas de las Malvinas. Una veintena de aviones Harrier, llegaron ayer a bordo del carguero Atlantic Conveyor, doblando así la potencia aérea británica en la zona.

El Ministerio de Defensa ha reconocido que las tres mil tropas que lleva el lujoso crucero Queen Elizabeth II están destinadas a formar la guarnición de las islas una vez que hayan sido recuperadas.

La amenaza del general Basilio Lami Dozo, miembro de la junta argentina, de que lanzará un ataque aéreo masivo contra las fuerzas británicas cuando estas se pongan al alcance de su aviación, fue recibida por el portavoz oficial británico con estas únicas palabras: "sabemos lo que ha dicho el gentilhombre argentino".

Si fracasan las negociaciones, el momento y el lugar para una invasión británica de las Malvinas dependerá mucho del tiempo. Ayer "estaba empeorando, con nubes bajas y viento". Algunos analistas señalan ya que el ataque británico no se limitará en un principio a algunos puntos de la Malvina occidental, sino que será más amplio con desembarcos paralelos en la Malvina Oriental.

Los aviones y buques británicos han seguido bombardeando y disparando sus cañones, al menos hasta anteanoche, contra posiciones argentinas en Port Stanley.

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