"'Corto Maltés' nació antes de mayo del 68, cuando todo estaba en el aire", dice Hugo Pratt

Nacido en Venecia el 15 de junio de 1927, Hugo Pratt es hoy uno de los autores de comics más leídos y galardonados de Europa y América Latina, en especial su personaje Corto Maltés, gestado en 1967, qu vaticina muchos de los gestos y la ideas que aflorarían en mayo de 1968. Pratt, tan aventurero como sus personajes, ha vivido en Etiopía, Argentina, Reino Unido, Francia y, por supuesto, Italia, publicando en la mayoría de revistas especializadas en comics o en diarios como Il Corriere della Sera y el Daily Mail. En estos momentos trabaja en una historia titulada Los escorpiones del desierto, situada en la segunda guerra mundial. En un paréntesis ha venido al Salón Internacional del Comic de Barcelona, que se clausura mañana en el recinto ferial de Montjuich.Pregunta. ¿Cómo llega usted a convertirse en dibujante y guionista de comics?

Respuesta. Yo tuve la suerte de vivir en Venecia, una ciudad que permite desarrollar un estilo de corte artístico y artesanal. Si hubiera vivido en Roma posiblemente me hubiera dedicado al cine pero en Venecia no tenía esa posibilidad; así que me dediqué al dibujo, que empezó a interesarme precisamente por el cine. Mi abuela me llevaba a ver películas y eso me produjo un impacto que me hizo desear trabajar en lo audiovisual. El dibujo me permitió un tipo de narración cinematográfico. La historieta ha sido el medio para desarrollar una narrativa con imágenes.

P. Quizá eso sea lo que le ha llevado a cuidar tanto los guiones.

R. Es que son muy interesantes. Aunque yo sea un dibujante, creo que un buen argumento con dibujos mediocres puede sostenerse, pero unos dibujos lindísimos sin argumentos sólo interesan a los dibujantes. La gente también quiere leer. No me parece que valga la pena algo que sólo refleja un buen grafismo abandonando lo narrativo. Yo he tratado de hacer un dibujo cada vez más simplificado para enfatizar el diálogo.

P. ¿Cómo nació Corto Maltés?

R. Corto nace a partir de varias experiencias personales. Pero a mí me parece que en realidad es el lector un pretexto para introducir al lector en un mundo aventurero, hasta el punto de que los personajes principales son siempre los que rodean a Corto Maltés. El es una especie de catapulta para que el lector entre en la historia. Nació en un momento muy interesante, un año antes de la revolución de 1968, cuando todo estaba en el aire, y tiene una cierta característica existencial, es un libertario, y supongo que ese es el motivo del éxito del personaje: se presenta como independiente frente a un mundo estructurado, incluso frente a una cierta cultura oficial marxista-leninista.

P. El carácter rebelde político va, sin embargo, acompañado de elementos mágicos.

R. Esas incursiones en el mundo esotérico me vienen de cuando estuve en Suramérica. Allí tuve la ocasión de leer muchos autores en donde lo onírico y lo mágico se hacían patentes; Borges, por ejemplo. Luego, en Buenos Aires, tuve contacto con individuos que eran rabinos o algo así, y me hablaban de lo cabalístico. No diré que me han marcado, pero sí que me sugestionaron y me abrieron nuevas posibilidades. Ahora lo esotérico está de moda, porque, frente a las perspectivas de una catástrofe universal, la gente trata de refugiarse en lo misterioso, de encontrar respuestas en clave a sus ansias y preocupaciones.

P. Dice usted que lo esotérico está de moda, pero no es esa la única moda.R. No; en efecto, hay también un predominio de los temas míticos y fantásticos, posiblemente debido a la gran difusión de Tolkien, con sus incursiones en las fábulas y mitos célticos mezclados con la guerra de las galaxias; pero creo que esa es una moda que se ha terminado. En realidad, siempre que empieza a decirse que algo está de moda es porque está llegando a su fin. Ahora empieza a hablarse de la moda de la aventura, lo que me lleva a pensar que habrá que dar un salto adelante para ver qué se hará mañana.

P. ¿En qué está trabajando usted?

R. En Los escorpiones del desierto, una historia situada en. la segunda guerra mundial; aparentemente bélica, pero en el fondo psicológica. Trata de unos individuos que se encuentran en una situación que los desborda. La guerra no es más que el contexto.

P. ¿Reconocería usted alguna influencia en su modo de hacer?

R. Sí, desde luego; él mundo de la historieta realista se divide en dos ramas: la que surge de Alex Raymond y la que parte de Milton Caniff. Yo elegí a Milton Caniff.