García Díez critica la política monetaria de Reagan

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Juan Antonio García Díez, abogó ayer en la OCDE por una política económica que dedique mayor atención al problema del paro y criticó, sin mencionarla, a la Administración Reagan, cuya política restrictiva en lo monetario y expansionista en lo fiscal, ha afectado "negativamente" a las economías europeas.García Díez, que cifró las metas macroeconómicas del Gobierno para este año entre crecer un 2,5%, mantener el mismo nivel de empleo y reducir mil millones de dólares el déficit por cuenta corriente, se alineó con la oposición mayoritaria de los países europeos, que han responsabilizado a los altos tipos de interés en Estados Unidos del empeoramiento de la situación laboral del viejo continente.

En su intervención ante la reunión anual de la OCDE, el vicepresidente defendió la llamada "estrategia diversificada" que el secretariado de la organización económica ha recomendado a los veinticuatro países miembros y que se traduce en esencia en una simbiosis de medidas fiscales y monetarias de acuerdo a las circunstancias económicas y sociales que atraviesa cada país en cada momento determinado.

García Díez, al referirse al caso concreto español, señaló que el objetivo de su política económica había sido en los dos últimos años tratar de combinar ambas recetas pero, como ha sucedido en otros países, "los resultados pueden haberse visto afectados negativamente por la política de algunos otros países importantes".

En un encuentro posterior con los periodistas, el vicepresidente del Gobierno no ocultó su disgusto por los altos tipos de interés que existen en Estados Unidos y que, dijo, habían contribuído a la creación del problema del paro. Según García Díez, la OCDE prevé que a finales del año en curso se supere la cifra de 30 millones de parados en el mundo occidental.

La intervención del vicepresidente del Gobierno ante la reunión anual del Consejo de Ministros de la OCDE fue quizá la más clara que ha tenido en los últimos años ante este foro. Sus referencias indirectas a la política monetaria norteamericana y su alineamiento con las posturas mas expansionistas europeas, sirvieron de telón de fondo para reclamar la adopción de una política global que, frente a las recomendaciones de la OCDE de otros años, ponga por delante la reducción de los índices de desempleo.

García Díez abogó por dar prioridad a lo que él llamó "el primer problema económico de nuestra estrategia: la reducción del desempleo".

Los objetivos económicos apuntados por García Díez son ligeramente superiores a los que incluye uno de sus informes del secretariado de la OCDE para España. Con todo, el crecimiento del producto interior bruto previsto para 1983 (en torno al 3,6%) para España, es el segundo más importante después del de Japón. Para este año, la OCDE prevé que España crezca en tomo al 2%, aunque este porcentaje se puede elevar en cinco décimas como consecuencia de las últimas previsiones españolas sobre inversiones públicas y créditos a la exportación.