Washington no convence a los europeos para reforzar la OTAN

Estados Unidos no ha conseguido que sus aliados europeos aprueben el plan elaborado por el Pentágono para reforzar espectacularmente las fuerzas convencionales de la OTAN en el quinquenio 1983-1988. El secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, presentó el programa a sus colegas en la reunión del comité de planes de defensa de la Alianza que finalizó ayer en Bruselas, pero se encontró con la oposición de la República Federal de Alemania (RFA), apoyada por los otros miembros europeos.Los debates más enconados en el seno del comité de planes de defensa se plantearon en relación con el plan norteamericano de refuerzo de Ias fuerzas convencionales europeas. Weinberger llegó a Bruselas con un texto en el que se llegaba, incluso, a fijar la parte proporcional de cada país aliado en el nuevo esfuerzo financiero que exige Washington. La reacción de Bonn no se hizo esperar.

El ministro de Defensa, Hans Apel, manifestó que "Estados Unidos pide demasiado" y que la República Federal de Alemania no estaba de acuerdo, al menos, con tres de los seis puntos del plan norteamericano. Apel estima que Washington no tiene por qué fijar las prioridades defensivas de cada país miembro de la Alianza y que, además, Norteamérica olvida siempre que los europeos no pueden sacrificar toda su política social a las necesidades defensivas, porque para los europeos resulta evidente que esa política social es también un elemento importante a la hora de desanimar los movimientos comunistas. Weinberger, prácticamente aislado, tuvo que resignarse a un comunicado final en el que se habla, como siempre, de la necesidad de esforzarse para llegar a un aumento anual del 3% en los gastos de defensa. Apel explicó que ese objetivo del 3% (por encima del índice de inflación) tiene un valor educativo porque muchos países aliados no pueden cumplirlos. de hecho, un ministro -probablemente el danés- pidió que se suprimiera del comunicado dado, que nadie lo cumplía.

Weinberger, que abandonó Bruselas varias horas antes que sus colegas, aseguró que la propuesta norteamericana sería debatida en sucesivas reuniones, incluso en la cumbre de Bonn de jefes de Gobierno y de Estado.