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LAS VENTAS

Un novillo para hartarse de torear

Al sexto novillo de la tarde se le dió una generosa vuelta al ruedo, premio excesivo, porque había hecho algunas cosas de manso. Pero fue un novillo de esos de los que suele decirse "¡ay si le toca a fulanito!" porque para la muleta fue ideal. Como uno está en el tendido envuelto entre japoneses, yanquis y otros foráncos, no sabemos quién sería el fulanito que podría correr de boca en boca.Su matador en el ruedo fue el cordobés Fermín Vioque, que le hizo unafaena reposada Y tranquila en el platillo de la plaza, pero muy por debajo de las condiciones del toro. El trasteo pecó de falta de acoplamiento en algunos muletazos y de monotonia y ausencia de variedad. Ya sabemos lo que eso significa: derecha, izquierda, derecha, izquierda, y pases de costadillo para salir del rollo.

Plaza de Las Ventas

1 de mayo,Novillos de Carmen Espinal, de bueno presencia, con casta y que dieron buen juego. Destacó la nobleza del tercero, al que se dió la vuelta al ruedo. Antonio González: un aviso y pitos. Pitos. Fermín Vioque: oreja. Palmas. Manuel de Paz: aplausos. Un aviso y palmas.

De todos modos, nos parece que Vioque es un torero que puede ir a más. Todavía está verde en algunas suertes, como la de banderillas, el capote lo maneja regular, pero se queda quieto con la muleta, procura ligar los pases y anda certero con la espada.

Se presentaba en Las Ventas el gitano albaceteño Manuel de Paz. Luchó con la casta de sus enemigos y salió airoso. Dió la impresión de querer torear despacio al primero, con ese toreo desmayado de los calés, y dos derechazos le salieron con mucho arte. En el sexto, que tenía una codiciosa embestida, no se amilanó y se enfrentó con él con coraje, logrando que se jalearan algunos. de sus muletazos. Puede decirse que ha salido con decoro de su presentación en plaza de tanta responsabilidad y sería interesante volverlo a ver con novillos más dulces.

De Antonio González es mejor no hablar. Anduvo toda la tarde medroso, torpe y desentrenado. Creemos que durante mucho tiempo le atormentará la pesadilla de la casta de sus antagonistas, que le hicieron correr por todo el ruedo y arrojarse al callejón un montón de veces. Toreros con esta falta de experiencia, y casi me atrevería a decir conocimientos, no deberían saloir a la plaza de Madrid, pues lo unico que consiguen es el susto del respetable y las incomprensibles risas de los turistas, que en su inexperiencia del espectáculo no se dan cuenta de que un torero perseguido por un toro en los terrenos de éste, corre serio peligro y no se trata de un número cómico.

Toros de buena casta

Mención especial merece el ganado de doña Carmen Espinal, que ha embestido en todos los tercios y que ha mostrado lo excelente de su casta, haciendo bregar a las cuadrilas y proporcionando tercios de varas espectaculares, con derribo de picadores en algunas ocasiones. No puede decirse que se tratara de novillos de excelente bravura, pues tardearon en varas, alguno de ellos murió en tablas y el premiado con la vuelta al ruedo salió barbeando tablas y tampoco se comportó con entrega total frente a los picadores. Pero el premio de la vuelta al ruedo ahí está por la generosidad del señor Blasco.

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