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Corregido por primera vez el comportamiento de ungen humano defectuoso

Científicos norteamericanos han logrado crear y transmitir instrucciones genéticas artificiales para corregir el comportamiento de un gen humano defectuoso que causa una enfermedad de la sangre incurable y a menudo fatal. Se trata de la primera vez que se hace público un logro similar en el campo de la ingeniería genética aplicada a los genes humanos, y el avance ha sido calificado de muy importante por los especialistas.Para conseguir la corrección del mensaje transmitido por el gen, que es causa directa de una enfermedad hereditaria conocida como beta-talasemia, los científicos tuvieron que determinar la subunidad química, de las 438 que contiene el gen, que provocaba la enfermedad. Una vez conseguido esto diseñaron un método para cancelar el mensaje erróneo transmitido.

Los experimentos han sido realizados por el equipo del doctor Wai Kan, de la Universidad de California, que es un especialista internacionalmente conocido en el campo de las enfermedades de la sangre. La beta-talasemia es una anemia infantil hereditaria que puede llegar a ser grave y causa de otros trastornos, y que se da especialmente en los países mediterráneos.

Los experimentos se realizaron transplantando material genético humano en células de ranas, y el doctor Kan ha señalado que pueden pasar dos años antes de que se consiga saber si la técnica es segura y útil para el tratamiento de los seres humanos. De todas formas, la importancia de lo logrado con este hallazgo sobrepasa la mera aplicación práctica en esta enfermedad concreta.

Prevención de enfermedades hereditarias

Uno de los objetivos más importantes del trabajo en ingeniería genética, que consiste básicamente en comprender y manipular la química de la herencia en células humanas y animales, es precisa mente lograr la prevención de enfermedades hereditarias,Hace dos años, el equipo del doctor Kan descubrió que la beta-talasemia la causaba una mutación o cambio repentino en una de las subunidades de ácido desoxirribonucleico (ADN), que tenía la responsabilidad de fabricar un componente de la hemoglobina en la sangre. Este pequeño error provocaba un cambio en la instrucción, que se convertía en una desastrosa orden de prohibición de fabricar una sustancia química, concretamente la lisina.

El gen corrector

Para realizar los experimentos, los científicos se sirvieron de ácido, ribonucleico de transferencia producido en la Universidad canadiense de Alberta. Utilizando técnicas de manipulación genética, crearon un gen que era capaz de ordenar a una célula que ignorase una orden de prohibición y continuase produciendo el componente de la sangre. Para probar que funcionaba, pusieron el gen defectuoso de un paciente humano que sufría de beta-talasemia en las células de rana junto con el gen corrector, y observaron que se lograba la corrección, puesto que las células trasplantadas produjeron la cadena correcta de hemoglobina humana.

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