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Restauración de la casa de Gabriel y Galán para convertirla en museo etnológico

El Ayuntamiento de Frades de la Sierra (Salamanca) acaba de recibir tres millones de pesetas del Ministerio de Cultura para iniciar las obras de restauración de la casa natal de José María Gabriel y Galán. Durante los últimos diez años, el edificio, abandonado por su propietario, el Estado, ha ido derrumbándose y ahora costará al menos diez millones de pesetas su rehabilitación para utilizarlo como museo etnológico y biblioteca pública.

José María Gabriel y Galán nació en Frades de la Sierra el 28 de junio de 1870. Sus hermanos, Enríqueta, Baldomero y Luis abandonaron, como el poeta, el pueblo. Pero su hermana Carlota y sus padres, Narciso Gabriel y Bernarda Galán, continuaron vi viendo allí hasta el momento de su muerte. Sus cuerpos reposan en una capilla familiar de Frades.El Ministerio de Educación y Ciencia compró la casa hace diez años al hijo de Carlota, médico de Frades de la Sierra, como su padre, Isidoro Iglesias. Entonces, la familia cobró 90.000 pese tas, según asegura Ignacio Rivas alcalde del pueblo.

"En el año del centenario, yo tenía la casa estupenda", manifiesta María Manuela Sánchez, hoy viuda del sobrino de Gabriel y Galán y última de la familia que ha abandonado Frades. Eso fue en 1970, y dos años después la vendió. "Las escrituras las firmó Sánchez Bella. Querían hacer un centro cultural o una biblioteca Pero también Fernando Gil Nieto -entonces delegado de Información y Turismo, hoy de Cultura- se interesó en adquirir la casa para convertirla en un teleclub".

Al final no se utilizó para nada, y los tejados se han derrumbado, hasta que sólo ha quedado en pie, en perfectas condiciones, una sala con alcobas y parte del portal de entrada. El hogar de la cocina se cayó hace unos meses. "Quien ha querido ha entrado a coger material de la casa, porque estaba abierta", dicee.

"Cuando entramos en el Ayuntamiento", continúan, "decidimos que, si no se arreglaba la casa, había que demolerla, porque es un foco permanente de infecciones y un peligro para los críos, ya que está abierta y no podemos evitar que entren", . La titularidad del edificio había pasado entonces, con la Dirección General de Archivos y Bibliotecas, al Ministerio de Cultura. "Este organismo ofreció la casa al Ayuntamiento, pero no la aceptamos porque un pueblo de 396 habitantes y cuatro millones de pesetas de presupuesto no puede acometer la obra que requiere la casa", aclara el matrimonio. Ahora, con el traspaso de competencias al Consejo General de Castilla-León, la casa del poeta ha vuelto a cambiar de propietario.

Esta casa familiar de Gabriel y Galán tiene, según los arquitectos encargados de elaborar el proyecto, la importancia de conservar la tipología de las viviendas de labradores de la zona. Por ello sugirieron la posibilidad de destinarla a museo etnológico. Su estructura se conserva todavía muy bien, aunque haya que levantar los tejados y algunas paredes de la vivienda y de la panera, el cuarto del ganado y el resto de las dependencias, que llegan a ocupar una superficie aproximada a los novecientos metros cuadrados. Las obras comenzarán por la cubierta, para impedir que la lluvia continúe destruyéndola.

El autor del Cristu Benditu no volvió a vivir a Frades de la Sierra y está enterrado en Guijo de Granadilla. Según María Manuel Sánchez, todos los hermanos continuaron amando a su pueblo. "Cuando José María regresaba a caballo después de asistir al entierro de su padre, su caballo se volvió en lo alto del monte y él lloró mirando a Frades", explica.

"José María quería mucho a su madre, la abuela Bernarda, de quien les venía la vena poética a los hermanos", dice María Manuela. Eso le impulsó a cabalgar hasta Frades para depositar sobre la tumba de su madre la flor natural con que le premiaran su poema El ama en los juegos florales de Salamanca en 1901. Carlota enmarcó la flor, que todavía está en la capilla.

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