Velada simpatía soviética por Buenos Aires

La Unión Soviética sigue con prudencia la escalada en el conflicto argentino-británico de las islas Malvinas y deja entrever su simpatía por el Gobierno de Buenos Aires.En sus emisiones; en español, la radio soviética se limitó a contar los hechos de forma escueta, pero el diario del Gobierno, Izvestia, presentó ayer los hechos de forma significativa. kvestia se limitó a señalar ayer, en su edición vespertina, que Londres tenía la intención de enviar al archipiélago más buques de guerra, que se sumarían al submarino nuclear Superb, y anunció la llegada a las Malvinas de un barco de transporte: de tropas.

La actitud del diario de los sindicatos, Troud, es aún más clara. El rotativo, que titula con la frase "La diplomacia de los submarinos atómicos", opina que las recientes declaraciones de lord Carrington, secretario del Foreign Office, ante la Cámara de los Comunes "dan a entender que el Gobierno británico está dispuesto a recurrir a la fuerza sí las conversaciones diplomáticas no dan resultados".

Troud señala que el submarino atómico Superb, equipado con material para atacar a navíos de guerra y a otros submarinos, zarpó de Gibraltar en dirección a las Malvinas. A él, añade el periódico, sé sumará un segunda submarino nuclear y un barco-nodriza.

Oficialmente, sin embargo, las autoridades soviéticas no han reaccionado todavía, pero círculos moscovitas generalmente bien informados dan claramente a entender que Argentina goza en la URSS de una prudente simpatía.

Esta actitud se explica, primero, por una cuestión de principios. Moscú no puede por menos de respaldar el punto de vista de Buenos Aires, ampliamente compartido por el Tercer Mundo.

En segundo lugar, la colocación de las Malvinas bajo soberanía argentina perjudica al despliegue militar británico a través de mundo.