_
_
_
_
CASTILLA-LEON

Enfrentamientos por la concentración parcelaria en el pueblo leonés de Toral

Piquetes de vecinos de la localidad leonesa de Toral de los Guzmanes volvieron a invadir durante los últimos días las fincas que les habían sido otorgadas por el IRYDA en una polémica concentración parcelaria iniciada hace once años y todavía pendiente de numerosos pleitos judiciales. Los propietarios que se niegan a ceder sus fincas -un total de veintisiete- han presentado en el Juzgado de Instrucción número 1 de León nuevas querellas contra otros grupos de vecinos por amenazas y ocupación violenta de sus antiguas propiedades, mientras menudean los enfrentamientos físicos entre ambas partes, en un clima de creciente tensión y de inhibición total de las autoridades gubernativas.Según uno de los propietarios afectados, Luis García Garzo, que aseguró a EL PAÍS hablar en nombre de los veintisiete propietarios que se niegan a ceder sus fincas, un piquete integrado por medio centenar de personas con una veintena de tractores le obligó a abandonar sus tierras, amenazándole con destrozar los cultivos en un plazo de 48 horas. El mismo día, jueves, los piquetes ocuparon varias propiedades y destruyeron algunos pozos y cables del tendido eléctrico. Los incidentes se reprodujeron durante el fin de semana en los establecimientos públicos del pueblo, esta vez por iniciativa de "amigos" de los primeros, sin que afortunadamente ningún vecino resultara herido. Toral de los Guzmanes, a unos 42 kilómetros de León, en la ribera del río Esla, cuenta con una población de sólo mil habitantes.

La sala segunda de la Audiencia Nacional ordenó meses atrás la paralización de los trabajos de concentración parcelaria y desestimó recientemente un posterior recurso de la abogacía del Estado para que se autorizara la toma de posesión de las nuevas fincas. El IRYDA, por su parte, ha declarado que no tiene responsabilidad alguna en los enfrentamientos, a la vez que da por concluida su actuación, lo que supone un apoyo indirecto a los piquetes.

Estos basan su actitud en las cuantiosas pérdidas ocasionadas por las sucesivas paralizaciones que el proyecto de concentración ha sufrido desde hace once años.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_