Era un submarino soviético.
El ministro italiano de Defensa, Lelio Lagorio, confirmó ayer en la Cámara de Diputados que el misterioso submarino sorprendido el 24 de febrero ante el puerto militar de Tarento, principal base de la península, era un sumergible nuclear soviético de ataque. Esta afirmación desmiente lo dicho por la embajada de la URSS en Roma, que afirmó que ningún submarino de su país se encontraba el citado día a menos de 200 kilómetros de la "bota" italiana.
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