Los países de la CEE, excepto Grecia y Dinamarca, disminuirán las importaciones de productos soviéticos

Los países europeos miembros del Mercado Común -excepto Grecia y Dinamarca- acordaron ayer disminuir en un 50% las importaciones de ciertos productos procedentes de la Unión Soviética, como represalia por la continuación del estado de sitio en Polonia. El acuerdo fue adoptado por los ministros de Asuntos Exteriores, reunidos en Bruselas. El Consejo comunitario decidió también elaborar rápidamente una política común europea en relación con América Central y elaborar programas de ayuda socioeconómica para dichos países.La sanción contra la URSS, que no cuenta con el apoyo ni de Grecia, por razones políticas, ni de Dinamarca, por problemas de tipo jurídico, tiene un valor fundamentalmente simbólico, puesto que, en la práctica el perjuicio que se causa a la Unión Soviética es ligero.

En efecto, Moscú exportó a Europa en 1979 productos por un valor aproximado de 11.000 millones de dólares, de los que cerca de la tercera parte eran productos energéticos. Dada la crisis económica europea, los diez no tocarán ni remotamente estas exportaciones y se limitarán a reducir las consideradas como productos de lujo. La lista que circulaba ayer por los pasillos del Consejo de Ministros cornunitario incluía, en líneas generales, las siguientes exportaciones soviéticas: gambas, miel, caviar y conservas de salmón, vodka, perlas, vehículos automóviles y diamantes.

En 1979, las exportaciones de la URSS hacía los diez por estos con ceptos se valoraron en 526 millones de dólares. Esta es la cifra que será reducida en un 50%, es decir, que Moscú dejará de ganar unos trescientos millones de dólares, lo que, relacionado con su cifra total de exportaciones a la CEE, no parece implicar ningun,a catástrofe para la URSS. Fuentes próximas a la Comisión indicaron, sin embargo, que la cifra podía llegar hasta los 400 millones de dólares. Los ministros han dado instrucciones a la Comisión Europea para que proceda hoy mismo a elaborar la lista exacta de productos soviéticos que serán sometidos a este régimen especial, con el compromiso de buscar un equilibrio a fin de que ninguno de los países europeos implicados sufra más las consecuencias que otro.

En relación con América Central, el Consejo de Asuntos Exteriores realizó, durante el almuerzo, una dura autocrítica, resaltando que la falta de unidad de acción entre los diez perjudicaba los intentos de pacificar la zona. Los europeos -explicó el ministro italiano Emilio Colombo- deben tener una posición propia en América Latina y participar en el desarrollo de los países centroamericanos. Para elaborar esa política común, los directores generales de política de los diez celebrarán en fecha próxima una reunión. Por el momento, sólo el Reino Unido- ha anunciado que enviará observadores a las próximas elecciones en El Salvador, tal y como desea Estados Unidos.

Finalmente, los ministros de Asuntos Exteriores examinaron también la situación en Turquía. Al parecer, el titular belga, Leo Tindemans, acudirá a Ankara para informarse, tanto personalmente, en nombre de los diez, como del Consejo de Europa, de los últimos acontecimientos y planes de la dictadura militar.