Los ganaderos denuncian errores administrativos en la inhabilitación

El secretario general de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, Manuel García Aleas, ha manifestado a este periódico que, según los datos e informaciones que obran en su poder, habría podido haber errores administrativos en la aplicación de las inhabilitaciones a ganaderos por parte del Ministerio del Interior.La interpretación que los ganaderos dan al artículo 134 del Reglamento Taurino es que cada sanción se aplica por festejo en los que se produjo el afeitado (hubieran sido manipuladas una o varias reses), de manera que si la autoridad impuso tres multas por otros tantos toros afeitados en una sola corrida (como parece ser el caso de Juan Mari Pérez Tabernero) el ganadero se considera sancionado una sola vez.

García-Aleas aclara que la Unión siempre estuvo en contra del afeitado, hasta el punto de que en los estatutos de la asociación figura expresamente el mismo como falta grave. Y cree que, en efecto, para acabar con el fraude, es necesario aplicar sanciones ejemplares, pero no sólo al ganadero -al que considera el menos culpable en la mayor parte de las ocasiones-, sino también al torero o al empresario que se niegan a comprar los toros si el propietario de los mismos no accede a manipular sus astas.

Para el secretario general de la Unión, el antecedente de medida más acertada es la decisión que adoptó en los años cuarenta, poco después de acabar la guerra, el gobernador civil de Valancia, cuando se descubrió que dos toros de una corrida habían sido afeitados, e impuso multas de 10.000 pesetas ("de las de entonces") al ganadero, al torero y al empresario (lo eran, según nuestros datos, el conde de la Corte, Marcial Lalanda y Rafael Dutru Llapiscra).

Al parecer, Salvador Gavira, uno de los ganaderos recientemente inhabilitados por Interior, vendió su ganadería el mismo día en que le llegó la noticia de su sanción. Esta ganadería ya no volverá a ser de toros de lidia.

Un portavoz del Ministerio del Interior ha manifestado a Efe que el departamento piensa "seguir hasta el final contra el fraude del afeitado".