Estreno de una obra conformista de Guinjoan
Ambient nº1 : Joan Guinjoan.Orquesta Nacional de España. Director: M. Gols. Solista: N. Freire. Obras de Guinjoan, Chopin Y Sibelius.
Teatro Real, 5 de febrero.
Entre los compositores de su generación, Joan Guinjoan (Ruidoms, Tarragona, 1931), ha logrado notoriedad, tanto por la significación, de su obra, como por sus actividades en múltiples campos: la dirección, la crítica, la radio y la televisión. No hace mucho, los Miércoles Musicales de Radio Nacional le rindieron homenaje con un monográfico en su cincuenta aniversario. Ahora, la Nacional, dirigida por el barcelonés Marçal Gols (discípulo, como Guinjoan, de Cristóbal Taltabull) nos ha ofrecido Ambient nº 1, partitura orquestal cuya primera versión data de 1977.En una versión no muy clara, pudimos percibir algunos rasgos característicos de Guinjoan -estructuración interna, bLiena disposición de las tensiones, evolución lógica de las ideas- y, otros que no lo son tanto: talante menos independiente que en otras partituras, color instrumental poco contrastado y cierta servidumbre a determinados procedimientos en circulación desde hace demasiado tiempo, otorgan a Ambient algún aire neoacademicista.
Ya escribió en 1970 el propio Guinjoan sobre el necesario predominio del estilo sobra los procedimientos y el peligro de que la fórmula pueda ser confundida con la verdadera creación. No tacharía de formularla una obra como Ambient, pero a la altura de nuestro tiempo, puede parecer conformista. En cualquier caso, me quedo con otros títulos del compositor, fechados anteriormente: Concierto para violoncello, Ab origine, Diadramas, o Tzakol, que estrenara Frühbeck con la Nacional.
No brilló Nelson Freire (Brasil, 1944) a la altura de su prestigio en el primer concierto de Chopin. Su arte, habitualmente atractivo, con mordente, se tornó un tanto impasible aunque la técnica y la calidad sonora fueran buenas, dando como resultado una versión fría a la que contribuyó la poca flexible colaboración orquestal.
Lo mejor de Marçal Gols (protagonista, por cierto, de una larga tarea educativa en Las Palmas) fue, sin duda, la exposición, cálida a ratos y arquitecturada con equilibrio, de la Sinfonía en mi menor, de Jan Sibelius, autor poco frecuente en nuestros programas.
Babelia
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