_
_
_
_

El laboratorio de Majadahonda descubre toxicidad en un aceite consumido en Vizcaya

El aceite consumido por la familia vizcaína Martínez Alonso, cuatro de cuyos miembros se encuentran hospitalizados desde el primer día del año con síntomas aparentemente idénticos a los del síndrome tóxico (véase EL PAÍS del 13 de enero), y que en un primer análisis la Jefatura Provincial de Sanidad de Vizcaya consideró no tóxico, ha resultado ser tóxico, según el dictamen del centro de Majadabonda, al que las autoridades sanitarias vascas remitieron una muestra.

El caso de la familia Martínez Alonso se considera particularmente revelador, por cuanto que el aceite a granel consumido fue adquirido a un vendedor ambulante durante el mes de marzo, es decir, antes de la distribución del aceite de colza desnaturalizado considerado agente de la intoxicación. Por diversas circunstancias, el aceite no fue consumido hasta finales de año, una vez que la Jefatura de Sanidad de Vizcaya, a la que la familia había remitido una muestra, lo considerase no tóxico.A la vista de los síntomas, similares a los producidos por el aceite de colza desnaturalizado, los médicos del hospital de Bilbao remitieron una nueva muestra a los laboratorios de la Delegación de Sanidad del Gobierno vasco. El análisis volvió a dar resultado negativo, pero se precisó que, siguiendo las directrices del Mínisterio de Sanidad, sólo se había considerado la presunta toxicidad en relación a la presencia de anilinas y oleoanilidas. Los laboratorios vizcaínos no estaban en disposición de analizar otros posibles tóxicos. De ahí que la Consejería vasca de Sanidad remitiera las muestras a Majadahonda.

El dictamen de este último centro ha confirmado, como temían los médicos, la toxicidad del aceite analizado, pese a la ausencia de anilinas y oleoanilidas. Este resultado parece, en principio, abonar la hipótesis de quienes sostienen que el aceite causante de la intoxicación no es, o no es únicamente, el de colza desnaturalizado.

Sin embargo, hay al menos dos datos que ponen en cuestión tal hipótesis: por una parte, que el aceite consumido por la familia Martínez Alonso pertenecía a una partida distribuida por un vendedor ambulante, sin que se conozcan hasta el momento otros casos de intoxicación, pese a que fueron numerosos los vecinos que lo adquirieron, y, por otra parte, que la familia afectada pasó sus vacaciones en un pueblo de la provincia de Valladolid, dándose la circunstancia de que algunos familiares de los Martínez Alonso avecindados en esa localidad han sido afectados por el síndrome tóxico.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_