Publican en Tenerife un libro póstumo del poeta García Cabrera

La obra de Pedro García Cabrera, uno de los poetas más sobresalientes de Canarias, fallecido a comienzos de este año, se ha visto enriquecida ahora con la presentación en Santa Cruz de Tenerife de un libro póstumo, titulado Hacia la libertad, que ha tardado diez años en salir a la calle desde su elaboración y es considerado el trabajo del que quedó más satisfecho su autor, que a lo largo de diez poemas ofrece una particular confesión sobre la idea de la libertad que presidió su vida y su actividad literaria.Esta obra fue realizada conjuntamente por García Cabrera y Jesús Ortiz, que creó un número similar de grabados al aguafuerte, en los que se inspiró el poeta para escribir sus versos. García Cabrera conoció antes de morir un ejemplar manuscrito de este libro, pero no pudo ver cumplido su deseo de recitar personalmente sus textos en la presentación del mismo. Ahora, cuando el Cabildo Insular y la Caja de Ahorros han celebrado este acto en su ausencia, Ortiz ha calificado el libro como un homenaje vivo y permanente a la memoria del poeta.

Hacia la libertad es, por otra parte, una obra de edición limitada que costearon en su día sus propios autores. Sólo 312 ejemplares se han publicado, autógrafos y numerados, y han sido adquiridos en su mayor parte por entidades públicas del archipiélago, por lo que no será distribuido comercialmente. Su tirada ha sido considerada artesanal y ha ocupado varios años de trabajo. Los textos fueron impresos con la caligrafía de su autor en la imprenta Gutenberg, de Santa Cruz de Tenerife, y los aguafuertes debieron ser reproducidos en el taller de grabado de la Casa de Colón, de Las Palmas de Gran Canaria. La encuadernación se debe a un especialista: Augusto Juan M. Martel. Estas circunstancias hacen del libro, en opinión del artista Pedro González, «una obra casi litúrgica, con reminiscencias góticas, románicas y barrocas, que tiene un carácter artesano».

Uno de los diez poemas incluidos, A voz en cuello, es señalado de manera especial, al encerrar en sus siete estrofas, con el estilo apasionado del poeta, su fe en la vida que le hizo cantar, «contra cepos y rejas, con la pena insepulta, entre espinas y lágrimas», su amor a la libertad.