En defensa del doctor AIguacil

Los firmantes de esta nota, médicos de la Ciudad Sanitaria 12 de Octubre, de Madrid, sabemos de la intachable trayectoria ética del doctor Antonio Alguacil, jefe del servicio de anatomía patológica de la Residencia Nuestra Señora del Pino, de Las Palmas, tanto como de su alta cualificación profesional y de su continuada actitud de defensa y mejora de las instituciones públicas de la Sanidad; es por ello que hemos recibido con amarga sorpresa e indignación la incoación de expediente disciplinario y la petición, por parte del Insalud, de su suspensión de empleo y sueldo por un período de tres años. Muchos de los firmantes hemos tenido acceso y analizado minuciosamente los pliegos de cargos contra el doctor Alguacil, no habiendo encontrado en ellos, desde nuestra perspectiva, indicios de falta.Consideramos, por tanto: a) que los continuos esfuerzos del doctor Alguacil y de la Asociación Pro Hospitales Públicos de Las Palmas para que los hospitales de ese sector logren unos mínimos de organización y modernización han sido desoídos en el hospital donde él trabaja; b) que solamente la erradicación de las irregularidades funcionales (como posibles connivencias entre intereses privados e instituciones públicas, etcétera) podrían servir de base, entre otras medidas, para un intento de reforma, racionalización y clarificación de la Sanidad pública; c) que la situación denunciada en Las Palmas acaso no sea exclusiva de aquella residencia, sino que, en mayor o menor medida, podría repetirse en otros hospitales públicos del país; d) que la actitud represora, tanto por los cargos imputados como por el procedimiento, desplegada por el Insalud con el doctor Alguacial, trasciende de cualquier legítimo debate Sanidad pública-Sanidad privada y nos retrotrae a épocas en que la impunidad de ciertos grupos privilegiados era la norma, muy distante de la sociedad racional, moderna y democrática por la que venimos luchando.

Por todo ello exigimos, en primer lugar, el inmediato sobreseimiento del expediente incoado al doctor Antonio Alguacil García, con cuya actitud nos solidarizamos inequívocamente, y, en segundo lugar, la revisión y esclarecimiento de los hechos denunciados

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