La OCDE prevé una mejoría general para la economía española en 1982, con mayor crecimento y menor inflación

La economía española mejorará durante 1982 y, al final del año, podrá ofrecer mejores resultados no sólo en el frente del crecimiento de la actividad, sino en la inflación y en el desempleo, según estima la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en su informe anual de "Perspectivas Económicas", hecho público ayer. El informe estima un crecimiento del 2,5%, una inflación del 12%, una pequeña disminución en el incremento del desempleo y un déficit por cuenta corriente de 4.500 millones de dólares para 19,82.

Frente a los resultados estimados para 1981 por la misma organización, que agrupa a los 24 países más desarrollados de Occidente, estas previsiones pueden calificarse de optimistas, aunque quizá algo inferiores a las oficialmente anticipadas por el Ministerio de Economía. Así, las estimaciones para este año -más positivas, sin embargo, que las ofrecidas por la CEOE- son: crecimiento del 1,5%, inflación del 13,25%, desempleo del 14% de la fuerza laboral y déficit por cuenta corriente de 5.700 millones de dólares.Estos datos hay que englobarlos, y la OCDE así lo hace, dentro del contexto económico mundial, y particularmente para todo el grupo de países de la OCDE. El informe de la organización parte del punto de que la economía del área "está aún en recesión, aunque se cree que se ha alcanzado ya el punto de inflexión". En este sentido, es previsible una "recuperación modesta" para el año que comienza, aunque todo hay que englobarlo dentro de la política monetaria y fiscal restrictiva que aplican la mayoría de los países.

En el caso concreto de España, el informe señala que Ia actividad ha permanecido estacionaria en la primera mitad de 1981 ", pero se ha notado "una recuperación en la inversión (principalmente en maquinaria y equipo industrial) que se ha visto ensombrecida por la caída en las exportaciones y en el consumo privado".

"El desempleo continuó ascendiendo, aunque más lentamente, hasta alcanzar el 14% en la segunda mitad del año. A pesar de la aceleración de los precios alimenticios, los precios al consumo continuaron abatiéndose debido a una marcada desaleceración en los elementos no alimenticios, que reflejaron las débiles condiciones de la demanda, una mayor moderación en los incrementos salariales y una mayor productividad", añade el informe.

De estas condiciones favorables, el informe resalta el contratiempo de la situación del sector exterior, materializado en un déficit por cuenta corriente superior en 750 millones de dólares a los 4. 100 millones alcanzados en 1980. Este mayor déficit exterior lo explica la organización en virtud de una disminución de los ingresos por turismo y un mayor pago al exterior de servicio por las inversiones realizadas.

Política fiscal

En el terreno fiscal, el informe se hace eco del mayor déficit presupuestario que hace frente la economía española, como resultado del mayor esfuerzo inversor del sector público, y que se traducirá en un endeudamiento superior a los 900 billones de pesetas del Estado para el año que comenzará en breve y que es prácticamente el doble del de 1981. En el área monetaria, la OCDE señala que la masa monetaria ha permanecido a lo largo de 1981 en la zona baja del abanico de objetivos, "reflejando más el debilitamiento de la demanda real y la moderación de la inflación que un endurecimiento de la política". Respecto a 1982, la OCDE asume que "pemanecerá neutral".

Aquí, la OCDE también asume el efecto beneficioso del Acuerdo Nacional de Empleo (ANE) y estima que será respetado por las tres partes firmantes del mismo.

Basándose en los indicadores de coyuntura, el informe estima que "algún tipo de recuperación en la actividad se ha producido en la segunda mitad de 1981 ", en la que incluye el continuo fortalecimiento de la inversión y un renacimiento de las exportaciones, que se extiende al turismo. En este sentido se prevé que esta ligera recuperación continuará y alcanzará su punto en 1982, que producirá a su vez una pequeña disminución en el desempleo total.

Todos estos síntomas positivos que contempla la OCDE culminarán, después que la ganancia marginal en salarios reales se traduzca en una disminución del consumo, con una reducción de la inflación, una moderada recuperación de las exportaciones y una mejora en el balance externo por cuenta corriente.

Otros países

Desde el punto de vista de la economía del área, el informe continúa con el análisis precavido característico de los últimos años y, como indicio de cómo ve las cosas, comienza con la frase siguiente: "La economía de la OCDE está aún en recesión". La nota optimista se añade de inmediato al indicarse que "el final se puede creer que se ha alcanzado y una recuperación modesta es previsible en 1982".

En este sentido, la OCDE mantiene inalterable sus previsiones para Europa y Japón en relación con las adelantadas en junio de este año, pero ofrece un cambio significativo en sus predicciones sobre la economía norteamericana, que -dice- han experimentado un cambio en "V".

En general, los cambios que ha experimentado la economía del área son mínimos en los últimos seis meses, sobre todo debido al mantenimiento o el giro, en algunos casos, hacia una política fiscal particularmente restrictiva. "Los gobiernos de la OCDE -se lee en el informe- han actuado de forma impresionante para restringir la demanda, con el fin de evitar que el choque petrolero repercuta sobre los salarios y provoque un nuevo disparo en la inflación".

Para el informe de la OCDE, la "recesión era inevitable" en muchos países europeos e incluso en Estados Unidos, donde la política fiscal ha sido la responsable de que se haya entrado en una recesión durante la segunda mitad del año después de la efímera recuperación de la primera mitad.

A la hora de considerar las diferentes políticas aplicadas dice que la fiscal permanece firme, en parte porque muchos países del área, especialmente Estados Unidos, están fuertemente matizados por la escala de sus pagos de amortización de la deuda gubernamental. Este problema se ha visto exacerbado en un periodo de altos tipos de interés, resultado a su vez de la política monetaria restrictiva y de la mayor inflación que ha producido el segundo choque del petróleo.

En el frente del desempleo, la OCDE aventura la cifra de 28,5 millones de personas sin trabajo en los 24 países del área, para 1982, lo que representa un 8% de la fuerza laboral. Aquí, sin embargo, la organización advierte que esta es una de las previsiones más inciertas y estima que en el peor de los casos puede llegar a ser del orden del 10%, con mayor aceleración de este índice en Estados Unidos.

En el sector exterior, el informe señala que, pese a la incertidumbre de los cambios monetarios, es previsible una modificación importante en los respectivos desequilibrios externos de los países miembros, produciéndose una mejoría neta de las posiciones exteriores de Japón y la República Federal de Alemania y un empeoramiento de la de Estados Unidos. Estos movimientos, previsiblemente, producirán tensiones en los países miembros, que se verán tentados a aumentar su proteccionismo.

El informe de la OCDE se felicita, finalmente, del relativo éxito de las políticas aplicadas en el área a lo largo de los dos últimos años, las cuales han contribuido a disminuir la inflación. Claro está, dice la OCDE, este resultado no se ha obtenido sin un coste, que se ha cifrado precisamente en el frente de la pérdida de la actividad y en el mayor incremento del desempleo.

En este sentido, el informe hace referencia insistente a los esfuerzos que se deben mantener en el frente de: la oferta, aunque expresa sus dudas sobre la continuación de esta política una vez que se produzca una acción sobre la demanda cuando la economía comience a levantar cabeza, a final del año próximo. No obstante, insiste en que este es un tipo de política que siempre debe considerarse y en ningún case abandonarse.

"Sólo si la oferta se hace más flexible y la inflación se reduce aún más será posible tener el crecimiento más rápido que es necesario para comenzar a hacer caer el desempleo", dice el informe.

Tres hipótesis

En el plano general de la OCDE, las tasas más altas de crecimiento corresponderán en 1982 a Turquía (5,25%) y a Japón (3,75%).

Los autores del informe estiman que la inflación monetaria disminuirá en Occidente en un punto durante el próximo año con respecto al ritmo actual que se sitúa en el 9,5% anual. No obstante, en algunos países como Francia, Gran Bretaña o Italia se mantendrá por encima del 13%.

Las previsiones del informe se hallan condicionadas por tres hipótesis: persistencia de los precios actuales de los hidrocarburos, estabilidad de los tipos de cambio de las principales divisas y continuidad de las políticas económicas nacionales.

El informe resalta "los efectos desfavorables que la persistencia de un elevado nivel de los tipos de interés monetario pudiera tener sobre la esperada reactivación económica en 1982". Tal reactivación no contendrá el crecimiento del paro que puede llegar a un total de 28,5 millones de personas en 1982.