Los aliados europeos de EE UU se niegan a formar un frente común contra el régimen del coronel libio Muamar el Gadafi

Los países europeos miembros de la Alianza Atlántica rechazaron ayer, en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, una propuesta formulada por el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, para formar un frente común contra el régimen del coronel libio Muamar el Gadafi.

El Consejo Atlántico examinó esta posibilidad a petición de Washington, cada día más inquieto por las actividades de Trípoli, hasta el punto de que ayer el presidente Reagan pidió a los 1.500 norteamericanos que viven en Libia que abandonen el país. Las sugerencias de Haig encontraron, sin embargo, un rechazo general entre los europeos y, muy especialmente, por parte de Italia.El ministro italiano, Emilio Colombo, afirmó que Europa debe mantener abiertos los canales de diálogo con el coronel Gadafi y no comprometerse en acciones conjuntas de sanciones que perjudicarían el equilibrio en el Mediterráneo en lugar de mejorarlo.

Al parecer, los ministros de Asuntos Exteriores, que volverán a reunirse hoy, no incluirán ninguna mención a Libia en su comunicado final, pese a los deseos expresados por Alexander Haig. Libia es uno de los principales proveedores de petróleo y gas de algunos países europeos, entre ellos Italia.

Sí a Ginebra

Mayor coherencia existió en las conversaciones aliadas sobre las negociaciones soviético-norteamericanas de Ginebra para la reducción de armamento nuclear en Europa. El embajador Paul Nitze, jefe de la delegación estadounidense que negocia en Suiza, fue invitado al Consejo para que explicara el desarrollo de los primeros contactos.

Aunque es muy pronto, a juicio de los ministros, para juzgar la evolución de las negociaciones con la URSS (que comenzaron el pasado día 30 de noviembre), los aliados expresaron nuevamente su confianza en la posibilidad de llegar a un acuerdo "justo, verificable y equitativo", al tiempo que se mostraban satisfechos por la forma en la que Washington ha enfocado las consultas internas.

No aceptarán los Cruise

Alexander Haig no ha logrado, sin embargo, que los Países Bajos y Bélgica anunciaran públicamente que aceptarán en sus territorios los 48 Cruise que les corresponden a cada uno. Tanto La Haya como Bruselas atraviesan una complicada situación política interna, que exige un difícil equilibrio de fuerzas políticas.

El tercer punto del orden del día -informal- es el de los gastos de defensa de los aliados, aspecto sobre el que tampoco existe unanimidad. Los europeos han rechazado una propuesta del secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, para aumentar en quinientos millones de dólares el fondo de infraestructura de la OTAN, que es, para este año, de quinientos millones.

De acuerdo con lo aprobado en 1980, la Alianza dedicará 4.000 millones de dólares, para un período global de cinco años, a este fondo. Los europeos estiman que la cifra puede ser revisada en 1983, pero que, por el momento, no es posible realizar un nuevo esfuerzo financiero.

El fondo de infraestructura se dedica a la construcción y mejora de puertos, aeropuertos y carreteras de interés estratégico, fundamentalmente.