El Gobierno salvadoreño obtiene el apoyo de la OEA para su plan político-electoral

El Gobierno de El Salvador ha logrado una importante victoria política en la Organización de Estados Americanos (OEA) al recibir el respaldo de la mayoría de los países del hemisferio para el proceso electoral convocado por la Junta.Un proyecto inspirado por Washington, que reafirma el principio de no intervención y se pronuncia contra la violencia y el terrorismo, fue aprobado por 22 de los países representados en Santa Lucía, rechazado por tres (Nicaragua, México y Granaca) y mereció las abstenciones de otros cuatro, Surinam, Panamá, Trinidad y Tobago y Santa Lucía.

Gran parte de las conversaciones bilaterales que mantuvo el secretario norteamericano de Estado, Alexander Haig, durante los tres días en que asistió a este undécimo período de Sesiones de la OEA, las dedicó a conseguir el respaldo del plan del Gobierno salvadoreño para llegar a una solución política, mediante elecciones, del conflicto civil que vive el país centroamericano.

Apoyo a El Salvador para la celebración de elecciones

Haig dijo a los ministros de Asuntos Exteriores americanos que Estados Unidos esperaba "su apoyo al Gobierno de El Salvador en su esfuerzo porbelebrar un proceso electoral..."El tema de El Salvador no estaba incluido en la agenda de las deliberaciones, pero una iniciativa argentina canalizó en la práctica la preocupación de los cancilleres por la situación centroamericana y muy específicamente por la salvadoreña.

Nicaragua, tras intentar, junto con México y Panamá que no se aceptara la cuestión de El Salvador, quiso introducir enmiendas, que no prosperaron, en las que se pedía a todos los Estados que se abstuvieran de intervenir en la situación interna de ese país y suspendieran su apoyo militar y el envío de armamento.

La comisión de asuntos políticos y jurídicos escuchó ayer las réplicas de los Gobiernos criticados por su atropello de los derechos humanos.

Algunos, como Nicaragua y Colombia, reiteraron su apoyo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y explicaron extremos de las violaciones que les imputa este organismo.

Otros, como Guatemala y Bolivia, descalificaron por tendenciosos los informes de la CIDH, pero no refutaron con hechos las graves acusaciones de la comisión internacional.