La economía española podría tener crecimiento cero en 1981

La economía española, a la vista de los últimos indicadores de la evolución de distintos sectores, podría registrar este año un crecimiento cero e incluso negativo, según han informado expertos en coyuntura de la banca privada. La fuerte caída de la agricultura, consecuencia de la larga sequía, y el retroceso de casi todas las ramas de actividad -a excepción de los servicios-, junto con las cifras de paro (que a finales de septiembre suponían ya un 14,6% de la población activa), componen un cuadro maeroeconómico que contrasta fuertemente con el optimismo manifestado sobre su gestión, el pasado viernes, por el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo.

La agricultura, que ha salvado a nuestra economía en los últimos años del crecimiento cero e incluso del decrecimiento (especialmente en 1980, cuando se llegó a hablar de la cosecha del síglo), no sólo no volverá a repetir este año su papel de "locomotora", sino que actuará de freno al crecimiento del producto interior bruto (PIB). Las fuentes bancarías citadas llegan a adelantar icluso un decrecimiento significativo de la economía (véase el cuadro adjunto), aunque estas estirnaciones podrían resultar excesivamente pesimistas, y pese a su rigor, como cualquier análisis de coyuntura realizado con datos previos y parciales, podrían sufrir una ligera variación. Varlación que sería deseable sobre todo si aminora las negativas perspectivas que se barajan en estos momentos.Los avances estadísticos de septiembre del Ministerio de Agricultura ponen de manifiesto una caída de cerca del 44%, en la producción de trigo, del 45%) en la de cebada y de algo más del 30% en avena. La subida de algunas producciones, como el tomate o las frutas de hueso, no llega a conipensar el importante retroceso de la producción cerealista. Otro dato importante para calibrar la mala marcha del sector agrario se encuentra en las matriculaciones de tractores, motocultores y cosechadoras, que han descendido en torno al 30%. La salida de fertilizantes de factoría, que ha disminuido fuertemente en el período enero-junio, confirma también, por otra parte, el retroceso agrícola. Retroceso constatado también por la revista Situación, del Banco de Bilbao.

En construcción, según los últirnos datos de la gran patronal de obras públicas, Seopan, la caída se sitúa en torno al 2%,. En vivienda, según fuentes del sector, los últimos meses han confirinado las dificultades del Plan TrIenal de Vivienda, y se ha producido un descenso de cinco puntos con respecto al año anterior en obras iniciadas. Aunque este indicador no tiene un reflejo autornático en el PIB, concuerda con el fuerte descenso del número de proyectos visados por los diferentes colegios de arquitectos. El esfuerzo del sector público ha aminorado el deterioro del sector construcción.

En industria, el índice de producción industrial enero-agosto supone una caída de 1,5 puntos con respecto a igual período de 1980. Los últimos datos del Ministerio de Industria (véase la información a pie de página) apuntan que las expectativas de inversión en este sector para el último trirnestre del año en curso suponen una caída de seis puntos. Los indicadores de producción y consumo de energía eléctrica presentan un ligero crecimiento en septiembre, pero vuelven a caer en octubre y noviembre. Los resultados son algo mejores de lo previsto en la industria manufacturera.

No obstante, según datos de la encuesta de coyuntura del Ministerio de Industria, distribuidos ayer por la agencia Europa Press, la actividad industrial en el mes de septiembre pasado revelaba un sostenimiento de la mejora detectada en los meses anteriores, mientras que el índice de utilización de la capacidad productiva industrial en el tercer trimestre del año registraba un ligero deterioro respecto al segundo trimestre. Las opiniones empresariales exponían, por cuarto mes consecutivo, una reducción de los productos terminados en almacén y un suave crecimiento de la cartera de pedidos. Las variables de tendencia registran ligeros deterioros en la cartera de pedidos, descenso de los productos terminados en almacén y reducción de la producción.

En servicios, la evolución ha sido negativa para todos los subsectores que tienen su actividad basada en el movimiento de bienes, como transportes, comercio, etcétera. En turismo, sin embargo, ha habido una importante mejora, lo que explica que el crecimiento del PIB en este apartado sea claramente positivo. Según los últimos datos oficiales, en el período enero-noviembre de este año entraron en España 37.780.517 turistas, lo que supone un crecimiento del 9,7% con respecto a igual período de 1980 y batir el récord histórico de 1978. Los ingresos por turismo se han incrementado en octubre en un 30,3%, con respecto al año anterior, con una cifra global de 64.511,28 millones de pesetas.

Los indicadores manejados por las fuentes bancarias cit adas han sido considerados desde el punto de vista de la oferta. Por el lado de la demanda se observa una caída del consumo (el ligero aumento del consumo público es insuficiente para compensar el retroceso del privado), un estancamiento de la formación bruta de capital fijo y una disminución de existencias. Las exportaciones, tras el aumento de julio, vuelven a caer en agosto, y en septiembre son un 10% menos que en el mes anterior. El crecimiento del paro, la caída de la producción y la desigual marcha de las exportaciones avalan en buena medida las previsiones económicas para 1981.