El presidente electo de Honduras, Roberto Suazo, será un estrecho aliado de Estados Unidos

Estados Unidos seguirá teniendo en Honduras un aliado fiel tras las elecciones celebradas el pasado domingo, que dieron la victoria al partido liberal, con un 54% de los votos, según estimaciones realizadas en la madrugada de ayer, cuando aún faltaba por contabilizarse cerca del 20% de las mesas electorales.

Roberto Suazo, de 54 años, católico de misa diaria y médico de profesión, de gesto ampuloso y retórica decimonónica, que mezcla a Dios con la política en cada una de sus intervenciones públicas, será el primer presidente civil de Honduras después de nueve años de dictaduras militares. Los observadores internacionales coinciden en que estos comicios han sido los más limpios celebrados en la historia de Honduras.La toma de posesión de Suazo está prevista para el próximo 27 de enero. Antes deberá reunirse el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas para decidir la probable jubilación de los dos generales en activo, el actual presidente y el jefe del Estado Mayor, y proponer una terna para el cargo de comandante en jefe del Ejército. El pacto de Suazo con los militares asegura el nombramiento del coronel Gustavo Alvarez, a pesar de que en las filas liberales existe cierta oposición por el acusado derechismo de este militar, al que se considera hoy como el único capaz de dar un golpe de Estado, que haría el número diecisiete en los 160 años de historia hondureña.

"Las Fuerzas Armadas hondureñas", ha dicho Suazo, "respaldarán la voluntad soberana del pueblo, y mi Gobierno fortalecerá al Ejército para su profesionalización y para asegurar la defensa de nuestra integridad territorial".

Este presidente liberal, de ideología marcadamente conservadora, que ejerce la dirección de su partido por el fallecimiento prematuro del líder indiscutible, Modesto Rodas, ha asegurado que reforzará al Ejército para hacer frente a las amenazas que se plantean en la zona.

"El Salvador y Honduras", declara Roberto Suazo, "mantienen pactos militares con Estados Unidos, y si han solicitado su asistencia es porque se sienten amenazados e intervenidos por fuerzas que tratan de sembrar el caos y la anarquía. Si El Salvador cayera en manos de esas fuerzas subversivas, tenga por seguro que luego podría caer Guatemala, para terminar con nosotros".

Mejor votos que balas

"El pueblo hondureño estrechará, a través de su próximo Gobierno, las relaciones con Estados Unidos", añade el nuevo presidente. "Creemos que el Gobierno norteamericano es un abierto defensor de la democracia y la libertad en el mundo, y nosotros también vamos a ser defensores de los principios democráticos. Honduras está demostrando que los problemas se resuelven mejor con los votos que con las balas".

El embajador norteamericano, John Negroponte, que tomó posesión hace dos semanas escasas, fue uno de los primeros diplomáticos que en la madrugada de ayer viajaron a La Paz, a 150 kilómetros de la capital, para felicitar a Roberto Suazo, apenas conocidos los primeros escrutinios, que ya apuntaban una irrefrenable tendencia liberal en el electorado.

De acuerdo con este inequívoco alineamiento pronorteamericano, Suazo dice también que Estados Unidos tiene perfecto derecho a eliminar del Plan Multinacional de Ayuda a Centroamérica a regímenes como el de Cuba y Nicaragua, que le son contrarios.

Afirmó que con Nicaragua ha tenido su país problemas fronterizos que él está dispuesto a solucionar por la vía del diálogo, siempre que la otra parte respete la integridad territorial de Honduras. Dijo que no tenía evidencia sobre una pretendida guerra con Nicaragua patrocinada desde este país y que carecía igualmente de información sobre el proyecto de unificar los ejércitos de Guatemala, El Salvador y Honduras, tema sobre el que recabará datos una vez llegue a la presidencia. Se mostró partidario de reconocer legalmente al partido comunista, para saber a quién se tiene enfrente, y de profundizar la reforma agraria iniciada en 1957 y acelerada en 1978.