Los anticuarios piden exenciones fiscales para evitar fraudes

La junta directiva de la Federación Española de Anticuarios cree que el mantenimiento del actual nivel de impuestos a las transacciones de objetos artísticos puede producir la crisis del sector y al tiempo crear un clima propicio a la piratería y a los expolios. Según manifestaron en una conferencia de Prensa el presidente de la Federación, Luis Cárabe Palacios, y el presidente del comité organizador de Feriarte V, que se inauguró ayer, Antonio Díaz Casariego, actualmente ha de abonarse a Hacienda el 26,6% del precio de un objeto artístico que se desee adquirir.El país que sigue a España a efectos fiscales es Suiza, en el que la misma operación recibe un gravamen de tan sólo el 6%. Otros países que hasta ahora han padecido elevados impuestos a este tipo de transacciones, como Italia, se han visto obligados a aplicar reducciones para evitar, según los anticuarios, el efecto de la piratería y los expolios.

Creen los anticuarios que los cuatrocientos millones de pesetas que ingresa el Estado por este concepto no merecen la pena si se cuenta con el efecto negativo que se produce en el ramo del mercado de obras con valor histórico-artístico. Con una generosa desgravación se facilitaría la importación de obras de arte. Si un anticuario español hubiera adquirido, el año pasado, el Picasso subastado en París hace unos meses, adquirido por un japonés en cuatrocientos millones de pesetas, hubiera tenido que satisfacer a Hacienda otros cuarenta y cuatro millones a efectos de aranceles por importación.

En cuanto al actual proyecto de ley para la defensa del patrimonio histórico artístico, los anticuarios tienen algunas reservas contra él, precisamente en materia fiscal y porque, dicen, no fomenta suficientemente el coleccionismo. Este gremio pide una mayor libertad de la que hoy tienen para la compra-venta dentro del país, aunque se mantengan las trabas a la exportación.