La heterodoxia creativa

«La literatura es sinónimo de heterodoxia». Este pensamiento de Octavio Paz, expresado en más de una ocasión, retrata con suficiente fidelidad la personalidad literaria, y aun la humana, del ganador del Premio Miguel de Cervantes de este año. Con él se reconoce una de las más fecundas actividades intelectuales de este siglo.Desde siempre, en efecto, Paz ha huido de los convencionalismos. En la poesía se alineó con las corrientes surrealistas; en el ensayo adoptó posturas vanguardistas; en política defendió, aun en perjuicio de sus propios intereses personales, los planteamientos auténticamente progresistas.

Octavio Paz nació en la ciudad de México en marzo de 1914. Acumuló una amplia formación universitaria que, profesionalmente, canalizó hacia el ejercicio de la diplomacia. Funcionario de carrera del servicio exterior mexicano, trabajó en distintas embajadas. En Japón fue encargado de negocios; en Francia y la India, embajador. En Delhi, precisamente tomó la determinación de abandonar su actividad profesional para dedicarse a la que él llama política marginal. No fueron ajenos a esta decisión los graves sucesos de 1968 en la plaza de las Tres Culturas de su ciudad natal, que motivaron una notable evolución en sus planteamientos políticos.

De sus experiencias profesionales como diplomático obtuvo Paz valiosos elementos para su actividad creativa. Si en México se había preocupado por descifrar la idea de la mexicanidad, de ahondar en los orígenes de la identidad azteca, en Francia elaboró un completo estudio sobre Duchamp.

De su producción poética es preciso señalar Libertad bajo palabra, Salamandra. Ladera este, Vuelta, Pasado en claro. En sus obras de ensayo destacan El laberinto de la soledad, El arco y la lira, Posdata, Puertas al campo, El ogro filantrópico. En ocasiones se ha asomado a la literatura plenamente política, como en el caso de No pasarán y 1936, obras dedicadas a la guerra civil española.

Octavio Paz es precisamente un enamorado de España y un profundo conocedor de nuestra historia. Sostiene con energía la tesis de que el papel de nuestro país en América Latina debe ser mucho más activo y considera que el proceso de transición democrática producido en España en los últimos años significa una firme esperanza y un espléndido modelo para muchas naciones de habla hispana.