Margaret Thatcher anuncia la existencia de otro espía soviético

, La primera ministra británica, Margaret Thatcher, declaró ayer que sabe de otro espía que confesó, como Leo Long, sus operaciones para la URSS después de que los servicios secretos le aseguraran que sería improbable que se le acusara de traición. Thatcher, sin embargo, no reveló su nombre y no está dispuesta a abrir una nueva investigación sobre la red de Cambridge, cuyo miembro más destacado, fue Anthony Blunt, quien llegaría a asesor artístico de la reina Isabel II de Inglaterra.

Thatcher, en una respuesta escrita en el Parlamento, afirmó que estos casos de inmunidad no han vuelto a ocurrir desde 1964, cuando Blunt confesó, siendo el único que gozó de inmunidad de derecho. La respuesta de la primera ministra ha dejado insatisfechos a numerosos diputados, que volverán a presionar hoy para que revele todo lo que sabe.

El nombre de Leo Long, antiguo alumno de Blunt, saltó la semana pasada. No obstante, el fiscal general, sir Michael Harvers, señaló ayer que Long no será juzgado por traición, añadiendo que ninguno de los británicos sospechosos de espionaje en los años cuarenta y cincuenta ocupan ya cargos públicos. En total, se han investigado las actividades de unos cuarenta miembros de la Sociedad de los Apóstoles -bajo la que se encubrió la red de Cambridge- y de otras organizaciones asociadas.

Se ha confirmado que Blunt, a quien la reina británica desposeyera de su título de sir en 1979, se entrevistó, en Beirut, en 1961, con el espía al servicio de los soviéticos, Kim Philby. Blunt, a través de su abogado, ha negado que fuera utilizado para tratar de convencer a Philby de huir a Moscú, cosa que éste hizo en 1964.