La revisión del precio de los medicamentos mantiene la crisis del sector farmacéutico

El acuerdo firmado recientemente entre la Dirección General de Farmacia y Medicamentos y el Consejo Superior de Colegios de Farmacéuticos, en virtud del cual se autoriza la subida de precios de los medicamentos y se emplaza la redacción de las bases de la reestructuración del sector farmacéutico para antes del mes de agosto de 1982, «es un parche más, que no varía sustancialmente la compleja situación farmacológica en nuestro país, manteniendo la crisis de la industria nacional y gravando muy seriamente a la Seguridad Social, si bien, en las circunstancias en que se ha producido esta revisión de precios, cabe decir que los resultados pudieron ser peores, según manifiestan de forma coincidente varias fuentes consultadas en sectores de la Administración y de la industria.

El pasado viernes, a las cinco de la tarde, empezaba a ser repartida entre las industrias farmacéuticas la circular que recoge el acuerdo de revisión de precios para 1981. Hasta ese momento, algunas noticias difundidas la semana pasada sobre dicho acuerdo, entre ellas algunos datos y aclaraciones de la Dirección General de Farmacia y Medicamentos, eran los únicos elementos de juicio de que disponía la opinión pública sobre el mismo, pese a que su firma se había producido varias semanas antes. La negociación llevada a cabo ha atravesado numerosas peripecias y se engarza en un pleito de varios años entre Sanidad-Seguridad Social-Trabajo y el sector farmacéutico.En el momento presente, la industria farmacéutica adeuda a la Seguridad Social unos 26.000 millones de pesetas. Deuda exigida por la Seguridad Social a través de la vía judicial y recurrida por Farmaindustria por el mismo procedimiento. El asunto está pendiente de resolución del Consejo de Estado. Este es uno de los aspectos de mayor incidencia en la revisión de precio de los medicamentos recientemente aprobada.

El pasado mes de mayo llegó a conocimiento de la opinión pública la presión ejercida por la industria farmacéutica para que se realizara la revisión correspondiente a 1981. El sector farmacéutico acusaba serios problemas por esta demora. Se negoció una propuesta promovida por el entonces secretario de Estado para la Seguridad Social, José Barea, que trataba de poner orden a la situación. Pero el secretario de Estado dimitió sin que pudiera llevar a cabo esta operación. La propuesta Barea fue eliminada y se sustituyó por un reinicio de negociaciones.

Desde aquel abril-mayo, el Ministerio de Sanidad se envolvió en un conjunto de conflictos. Huelgas de médicos, neumonía atípica, crisis interna ventilada con la aceptación de la dimisión de Barea.

La nueva revisión ha rebajado otro punto y medio el porcentaje de descuento a la Seguridad Social y no se ha hablado nada de satisfacer la deuda.

El incremento del 8% aprobado supone un porcentaje igual al previsto en la propuesta de Barea, pero el reparto del incremento de dicho porcentaje presenta «lagunas incoherentes con el espíritu que parece informarlo en el sentido de servir de control a un abusivo consumo de determinados fármacos».

El 1% de subida en concepto de ayuda a la investigación, fabricación de materias primas y exportación, que aparentemente potenciaría a la industria nacional, «puede ser una trampa, pues, en realidad, quien puede investigar, quien puede fabricar materias primas y quien puede exportar son las multinacionales establecidas en España».