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Bonn cree que Washington quiere utilizar el territorio alemán como "rehén atómico"

Las confusas declaraciones del presidente norteamericano, Ronald Reagan, insinuando la posibilidad de una guerra atómica sin implicar al territorio de las dos superpotencias mundiales, han despertado una fuerte reacción en los medios políticos y la opinión pública de la República Federal de Alemania (RFA). Se acusa al presidente norteamericano de excluir el territorio de Estados Unidos en caso de una confrontación atómica sobre el territorio europeo.El corresponsal de Radio Baviera en Washington explicó en una crónica que cada vez que el presidente Reagan se manifiesta sobre temas de seguridad y política militar, sus asesores tienen que contener la respiración ante el temor de lo que diga. En esta ocasión, hasta el desafortunado portavoz del Gobierno federal en Bonn, secretario de Estado Kurt Becker, se salió de los cauces habituales del "no es mi misión comentar declaraciones de Gobiernos extranjeros" para tratar de echar una mano y buscar una interpretación airosa a las palabras del presidente.

Reagan hizo la salvedad, ante una pregunta de un periodista, de que no conoce el tema; pero luego añadió que "me puedo imaginar una situación donde podría darse un intercambio de golpes con armas tácticas contra tropas en el campo de batalla, sin que una y otra potencia aprieten el botón".

Los políticos y la opinión pública de la RFA están supersensibilizados ante el tema de que Estados Unidos quiera utilizar a Europa y al territorio alemán como rehén atómico, y al mismo tiempo convetir en santuario intocable el suelo norteamericano. Los calificativos sobre las palabras de Reagan van desde enemigo público, del presidente de las Juventudes Socialistas, Willy Piecyk, hasta la declaración del diputado socialdemócrata de derecha, Erwin Horn, que dijo que la declaración "reduce la disuasión y aumenta el peligro de guerra".

Horn añade que, si esta tesis se, convierte en filosofia defensiva, "se destruye la alianza y se dibuja el final de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)".

Reagan ha tocado, sin quererlo quizá, el nervio más sensible de la opinión pública de la RFA, y sus palabras ambiguas son los mejores argumentos para el movimiento pacifista en marcha, que argumenta que el doble acuerdo de la OTAN aumenta la posibilidad de una guerra nuclear localizada en Europa. Los expertos en armamento atribuyen a los nuevos cohetes atómicos Pershing 2 y misiles. Cruise una gran precisión, que posibilita, al menos teóricamente, la localización exacta de un ataque con bombas atómicas.

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