Calvo Sotelo, "muy satisfecho" por el resultado del Pleno, no hará crisis de Gobierno

El sometimiento de cinco ministros a un voto de reprobación en el Parlamento, por su gestión política en relación con el envenenamiento por aceite tóxico, no ha parecido inquietar al Gobierno. Tras la reunión celebrada ayer por el Consejo de Ministros, el portavoz oficial, Ignacio Aguirre, aseguró que el Gabinete está «muy satisfecho», al igual que su presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, quien no tiene intención, por ahora, de hacer crisis de Gobierno.

Mientras tanto, la oposición valora muy positivamente el precedente logrado en el Pleno de la colza para el control individualizado de los ministros, que podría ser inmediatamente utilizado por Manuel Fraga, si decide presentar la moción anunciada, que reglamentariamente provocaría un nuevo debate sobre el síndrome tóxico, seguido de votación.Como consecuencia de no haber obtenido satisfacción por la respuesta gubernamental a la interpelación que abrió el debate sobre el aceite tóxico, Manuel Fraga anunció el jueves último, en el Pleno del Congreso, que presentaría una moción. El plazo para ello concluye mañana, y en caso de formularla, el Gobierno podría ser objeto de nuevo de solicitudes de reprobación, a cargo de Coalición Democrática o de los grupos que enmendaran su propuesta.

Sin embargo, el Gobierno, a juzgar por las palabras del secretario de Estado para la Información, se mostró muy satisfecho por la «amplísima mayoría favorable al rechazo de las mociones contra cinco ministros». Los votos centristas y de los nacionalistas catalanes y vascos permitieron una diferencia contraria a la propuesta socialista en torno a los 35 votos. Aguirre dijo que no se había hecho ninguna valoración, sino que el Gobierno se había limitado a «ponerse a trabajar».

Mientras tanto, ayer pudo saberse que el envenenamiento masivo a causa del fraude del aceite puede estar producido por los propios componentes vegetales y biológicos tóxicos del aceite de colza bruto utilizado en la mezcla ilegal puesta a la venta como aceite de oliva. Esta hipótesis ha sido establecida por primera vez por dos químicos y presentada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que la ha incluido en un plan de trabajo que espera el respaldo de la Administración.

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