Muere en atentado el "ayatollah" iraní Madani

El ayatollah Assadollah Madani, colaborador y representante del imán Jomeini en Tabriz, murió ayer en un templo de esta ciudad iraní al hacer explosión una granada que un joven hizo estallar tras aproximarse a él durante unos rezos. El agresor murió despedazado por la explosión, así como otras cuatro personas. Doce más resultaron gravemente heridas. El gobernador de la provincia del Asarbayán Oriental pidió calma a la población a través de la radio.

Massud Radjavi, dirigente de la organización izquierdista Muyahidin e Jalq, aseguró ayer en París que las manifestaciones a cara descubierta de sus seguidores en Teherán continuarán. Diariamente los tribunales islámicos de todo el país envían ante el paredón a decenas de militantes, simpatizantes o sospechosos de pertenecer a esta organización.

El imán Jomeini dió ayer posesión de su cargo al nuevo comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, Moshen Rezai, que acaba de ser nombrado jefe de esta importante organización policial-militar dentro de un conjunto de cambios de altos mandos en las fuerzas de seguridad iraníes. Mahdavi Kani, primer ministro de la República Islámica, dijo que obedecen al deseo de "eliminar las rivalidades entre los distintos cuerpos".

Según los observadores, la incesante cadena de atentados contra el régimen ha provocado serias fricciones en las altas esferas.