Un salón de baile del siglo XVII para albergar la obra de Pablo Picasso

El madrileño palacio del Casón del Buen Retiro, en plena calle de Alfonso XII, alberga desde ayer a las 10.10 horas el cuadro más popular de Picasso. El lugar ha sido acondicionado en los últimos tiempos para ser residencia habitual del Guernica, aunque hasta mediados del próximo mes de octubre no se encontrará totalmente terminado. Para la ubicación de¡ conocido óleo se está dotando al recinto de toda una serie de medidas de seguridad que impidan la actuación, en palabras del ministro de Cultura, Iñigo Cavero, de los «extremistas de ambos signos».

El palacio ha sufrido, desde que comenzara a construirse en 1630, por orden del conde duque de Olivares, diversas transformaciones tanto en su estructura y distribución internas como en la finalidad que se le ha adjudicado. Desde sala de baile en la corte de Felipe IV hasta Museo de Reproducciones Artísticas en la segunda mitad del presente siglo, el Casón del Buen Retiro ha formado parte de la cultura madrileña de forma destacada. En la actualidad, los arquitectos José García Paredes y José Luis Picardo son los encargados por la Dirección de Bellas Artes de acondicionarlo para albergar los cerca de ocho metros de lienzo del pintor malagueño.Los cambios que se están llevando a cabo en el lugar responden a la idea del Ministerio de Cultura de promocionar y destacar la pintura de forma importante. Prueba de ello es que el Casón se dividirá en dos sitios distintos, uno de los cuales se dedicará sólo y exclusivamente a la exposición del cuadro del pintor malagueño.

La entrada al recinto seguirá estando frente al parque del Retiro, con unas salas pequeñas que servirán de guardarropa. En el museo no se podrá entrar con ningún tipo de objeto, ni siquiera bolsos femeninos, para dar paso a la primera sala, en la que se instalará parte de los esbozos que el pintor necesitó para la elaboración definitiva del óleo. A continuación se entrará en una nueva sala, más amplia y alargada que la anterior, que servirá de paso al lugar privilegiado que se le reserva al Guernica, y contará con una serie de fotografías de la compañera de Picasso, Doora Maar, sobre el proceso que siguió el pintor en la elaboración del cuadro. El centro de atención preferente de la exposición es evidentemente la sala mayor, en la que sólo se exhibirá el popular cuadro.

El diseño que se está llevando a cabo cuenta además con dos cuartos más pequeños, que servirán para ver las fotografías y bocetos que cumplimentan un total de 63 de los estudios hechos por Picasso antes de terminar su obra. Por último, el museo contará también con un cuarto dedicado a la venta de fotografías, libros, folletos, etcétera, sobre el cuadro.

Medidas de seguridad

Al margen de las medidas de seguridad con que lógicamente contaba anteriormente el Casón del Buen Retiro, la presencia en él de la obra del pintor malagueño significará un lógico incremento en dichas medidas.

En principio, y por primera vez en la historia de los museos, la Guardia Civil se encargará de la protección y custodia del lienzo en el interior del recinto, aunque de forma provisional, según señaló la Dirección General de Bellas Artes Por lo demás, el Guernica estará protegido por un cristal antibala, en tres piezas, a siete metros del mismo, y las luces se situarán entre el lienzo y la protección.

El servicio detecta metales será, igualmente, una de las innovaciones más destacables que se llevarán a efecto en el recinto, que estará custodiado además por efectivos de la Policía Nacional. En el Ministerio de Cultura consideran que «la seguridad del cuadro es algo que depende, evidentemente, de nosotros, pero contaremos en todo momento con la asistencia y servicios del Ministerio del Interior», pero los cálculos que se están realizando parecen indicar que pocos, o ninguno, serán los problemas de seguridad que se planteen

Los bocetos y el Guernica en sí mismo no son, sin embargo, las únicas obras de arte que tendrán cabida en el Casón del Buen Retiro. Según manifestó a EL PAÍS Javier Tusell, director general de Bellas Artes, existe una escultura de Pablo Picasso que Francia se comprometió a devolver a España en cuanto el inmortal lienzo se encontrase en el Prado.

«Vamos a solicitar inmediatamente que se cumpla lo que ya estaba decidido hace tiempo, y sabemos que no habrá problemas para que el Gobierno francés decida entregarnos la escultura», explicó Javier Tusell a este periódico, al tiempo que expresaba su convicción de que la sala reúne las cotas deseables de seguridad y ambientación para acoger el óleo.

La inauguración de la exposición, prevista para el 25 de octubre, no será en realidad la primera, puesto que con anterioridad se abrirán las salas para que puedan contemplarlas los parlamentarios españoles, en primer lugar, los intelectuales y personas relacionadas con el mundo de la cultura, en segundo, y por último, los medios de comunicación social. Esto conlleva un considerable apremio a la hora de terminar las obras, aunque, en realidad, lo único que falta es concluir la instalación del cuadro y los cristales que lo protegerán, junto con ultimar el sistema de seguridad.