La RFA alienta el diálogo sobre desarme en Europa
La República Federal de Alemania (RFA) es partidaria de una rápida reanudación de las conversacuones soviético-norteamericanas sobre armamento nuclear estacionado en Europa, afirmó ayer el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, después de una entrevista con Vladimir Semionov, embajador de la URSS en Bonn.Esta entrevista confirma el gran interés que la Administración alemana concede al diálogo entre Moscú y Washington sobre armas nucleares.
El canciller Helmut Schmidt recibe sobre este tema presiones externas de los grupos pacificistas, cada día más activos, y en el seno de su propio partido (el Socialdemócrata, SPD), de una fracción encabezada por el ex secretario general del partido Egon Bahr.
Genscher explicó además a Semionov la posición alemana ante el tema de la bomba de neutrones, cuyo despliege en la RFA ha sido negado por Schmidt "salvo en casos precisos" o que los aliados tomen una decisión conjunta sobre el tema.
El Gobierno de la RFA supone "que el episodio de la bomba de neutrones está cerrado después de las afirmaciones de Washington sobre la "falta de sentido del estacionamiento de la bomba N en la RFA".
Genscher se entrevistará con su homólogo soviético, Andrel Gromiko, el próximo mes, en el transcurso de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, y reafirmará la posición de Bonn sobre la bomba de neutrones y la voluntad de que se inicie cuanto antes el diálogo soviético-norteamericano sobre armas euroestratégicas.
Lo que el Gobierno federal alemán tiene muy claro es la reducción de gastos de defensa, y así anunció ayer que la participación del Ejército federal en las tradicionales maniobras de otoño de la OTAN será reducida.
El déficit del Ejercito alemán federal (Bundeswehr) se calcula para finales del presente año en unos 200 millones de marcos, unos 8.000 millones de pesetas. El coste de las maniobras de otoño, que se realizarán en territorio de la RFA entre los días 14 de septiembre al 24 de octubre, con participación de 100.000 hombres de seis países de la OTAN-(RFA, EE UU, Gran Bretaña, Bélgica, Dinamarca y Países Bajos), tienen un coste de 200 millones de pesetas.
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