El matadero ilegal de Lérida era vigilado desde primeros de año por Sanidad

El servicio de la promoción de la salud de Lérida venía siguiendo los pasos al almacén matadero de los hermanos Escribá Salvadó desde primeros de año, en que ya les abrieron un expediente sancionador por entender que tenía diversas irregularidades administrativas y sanitarias, según declaró a Efe el jefe de servicio en funciones de la promoción de la salud de la Generalidad, doctor Esteban Lamote.La carne que vendían los hermanos Escribá Salvadó solía venir sin las guías reglamentarias y sin las indicaciones de su procedencia. Cuando los servicios sanitarios correspondientes tuvieron la certeza de que podría tratarse de un delito contra la salud pública, dieron parte a la autoridad gubernativa y se produjo la consiguiente detención de los presuntos delincuentes Jaime, Miguel, Florián y José Escribá Salvadó, además de los empleados Luis Peiró Barrufet, Tomás Cre us Codina y dos súbditos de la República de Mali. Todos ellos han pasado a disposición de la autoridad judicial.

El doctor Lamote declaró que la investigación se halla bajo secreto sumarial y que ésta ha de demostrar si la carne clandestina llegó a venderse al público o se limitó a utilizaise para la obtención de harina y de grasas. La Guardia Civil intervino un total de 19.843 kilos de carne en canal y despiece.