Tropas senegalesas intervienen en Gambia tras el golpe de Estado izquierdista
Un Consejo Nacional de la Revolución (CNR), presidido por el líder de la oposición, Kukli Samba Sanyang, asumió ayer el Poder en Gambia tras el triunfo de un golpe de Estado protagonizado por el único cuerpo militar del país, la Field Force. La radio de este país africano, captada en Dakar, ha informado que uno de los objetivos principales del CNR será el establecimiento de la "dictadura del proleteriado, bajo la dirección de un partido marxista leninista". Este golpe ha provocado un número indeterminado de muertos.
En la noche de ayer, tropas senegalesas aerotransportadas intervinieron en Gambia para "acabar con la insurrección" del CNR, tras una demanda personal en este sentido formulada por el presidente depuesto de Gambia, sir Dauda Kairaba Jauara, al jefe de Estado senegalés, Abdu Diuf. Los combates entre ambos ejércitos han ocasionado muertos, pero no se ha podido precisar su número. El presidente guineano había pedido ayer a Senegal la aplicación del acuerdo de ayuda militar firmado entre los dos países, suscrito tras la primera intervención militar senegalesa en Gambia, el 31 de octubre de 1980La radio de Gambia, controlada desde ayer por el CNR, cesó sus emisiones inmediatamente después de haber difundido, en lengua francesa, un comunicado en el que se solicitaba la retirada de "un contingente de fuerzas armadas senegalesas que ha venido a inmiscuirse en asuntos internos de Gambia", y se pedía a todos los Estados miembros de la Organización para la Unidad Africana (OUA) y a las Naciones Unidas que "condenen el acto del Gobierno senegalés que apoya al régimen de Jauara".
Policías entre las víctimas
Según noticias procedentes de la frontera entre los dos países, el CNR, a pesar de mantenerse sólidamente en el poder dentro de Banjul, la capital de Gambia, no controla el resto del país. Informaciones procedentes de Gambia aseguran que tampoco habría unanimidad de criterios sobre el nuevo régimenentre las fuerzas armadas ni entre la policía, alguno de cuyos miembros se encontraría entre las víctimas del golpe.
En Londres, el presidente Jauara ha declarado que tenía la intención de volver a su país en la noche de ayer, tal vez vía Dakar, para "combatir la insurrección". En una conferencia de prensa celebrada en la capital británica, donde se encontraba para asistir a la boda del príncipe de Gales, Jauara afirmó que él no había sido despuesto todavía y que "elementos fieles controlan Banjul y resisten a los rebeldes".
El partido del presidente derrocado, el Progressive Peope's Party (PPP), que controlaba el poder desde 1962, había atravesado un período crítico el pasado año. A finales de octubre, el Gobierno de Banjul, capital de Gambia, rompió sus relaciones diplomáticas con Libia, a quien acusó de entrenar ajóvenes gambios. Al día siguiente, Senegal envió cuatrocientos soldados para tratar de evitar cualquier desestabilización del país.
Estos acontecimientos, que parecían presagiar un golpe de Estado, fueron precedidos por varios incidentes, como el asesinato del comandante adjunto de la Field Force y el incendio de un barco perteneciente al presidente Jauara. La retirada de las tropas senegalesas el 9 de noviembre pasado fue seguida por un tratado entre los dos países vecinos, que dejaba a Gambia sola ante sus problemas internos.
Gambia, cuyo territorio se encuentra enclavado en Senegal, padece una grave cirísis economíca , agravada por la sequía que asola a los países del Sahel. Estas dificultades provocaron manifestaciones contra la carestía de la vida durante las últimas semanas en Banjul. El Gobierno prohibió varios partidos de izquierdas y encarceló a sus dirigentes. El clima de contestación al régimen gambio favoreció el surgimiento de varios partidos clandestinos, entre ellos el Partido Socialista Revolucionario del Trabajo, cuyos dirigentes comparten ahora el poder con la única institución armada del país.
El golpe de Estado se inició a las cinco de la madrugada de ayer y, según informaciones dignas de crédito llegadas a Dalcar, ha provocado varios muertos, todos de nacionalidad gambia. Poco después, la capital de Gambia quedó aislada del mundo exterior, con todas las comunicaciones cortadas y el aeropuerto de Banjul cerrado.
La radio de Gambia había anunciado que el partido marxista-leninista que había tomado el poder deberá organizar un socialismo revolucionario que encamine al país hacia una sociedad socialista.
Economía nacional
Según la emisora, los nuevos dirigentes quieren implantar un control económico que permita establecer "una economía nacional totalmente independiente" y la "igualdad social". Estas opciones ponían fin a la'orientación del anterior régimen, que preconizaba el liberalismo económico y el multipartidismo.
En sus primeras proclamas a través de la radio, los nuevos dirigentes anunciaron la suspensión de la Constitución y acusaron al antiguo régimen de "nepotismo, tríbalismo, corrupción, favoritismo y de fomentar la injusticia social".
Denunciaron también que los anteriores gobernantes habían favorecido la formación de "una burguesía compradora".
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