"Ballet" de madera en la cuarta de feria
Con las carreritas y quiebros y esas jugadas. o lo que sean, ensayadas, en que cruzaban los tres matadores banderilleros para finalmente dejar unos pares bien y los más regular, Luis Francisco Spla, Nimeño II y Morenito de Maracay han tapado lo que sin ese ballet de madera hubiera sido una tarde poco afortunada.La corrida de Manuel Camacho, noble pero con poca fuerza, no ha presentado dificultades, con tres toros, cuarto, quinto y tercero, por ese orden, para haber hecho el toreo.
Luis Francisco Spla dejó que el picador hiciera una carnicería en las tres entradas, que no acabamos de comprender, porque el toro tenía son. Cuando cogió la muleta se limitó a tocarle las orejas y salimos de dudas. No estaba dispuesto a jugársela. En el otro, con temple y recorrido y, sobre todo, dejando estar, sacó buenos muletazos, pero no estuvo a la altura del toro. Mató bien.
Plaza de Valencia
27 de julio. Cuarta de Feria. Toros de Manuel Camacho, nobles pero con poca fuerza. Spla, pitos y petición con vuelta. Nimeño lI, vuelta y petición con vuelta. Morenito de Maracay, palmas y silencio. Media entrada.
Nimeño II no se centró con el capote, con la muleta expuso en cuatro muletazos de rodilla. Ya de pie, con un toro con poca fuerza, que había que llevarle, no se confió. Fue en el quinto donde logró los muletazos con más cadencia y temple de toda la tarde.
Morenito de Maracay estuvo irregular. Bien con el capote en sus dos toros. Descentrado en banderillas en su primero y sin entender a sus dos toros con la muleta.
Hoy, la presidencia ha medido las fuerzas de la corrida y ha cambiado algunos toros con dos entradas al caballo. Como excepción y recurso que contempla el reglamento le tocamos las palmas; como norma, le censuramos.
Corrida mansa de Campos Peña
La corrida de Campos Peña, que sustituía el domingo a la rechazada de Guardiola, estaba muy en el tipo Villamarta, y su aspecto cariavacado no daba para más. Tampoco su trapío entraba dentro de los mínimos que hoy valen en Valencia, pues se trataba de una corrida con cuajo, muy hecha, y muy puesta de pitones. Además, mansa y con sentido.
Ruiz Miguel estuvo breve en el trasteo al peligroso primero. En el otro. que al intentar saltar la barrera se deshizo de los cuartos traseros, aunque estuvo bien, no logró que el público le tomara en consideración.
Copetillo, que llevaba años sin vestirse de luces, se jugó el tipo frente al peligroso segundo, sin aspavientos, con mucha seriedad. Al: quinto, el más ofensivo de la corrida, no logró encontrarle las distancias. Copetillo logró ganarse el respeto de todos.
Lo más serio de la actuación de El Melenas lo pusieron los toros que estoqueó. Carece de técnica y trata de suplirla con excentricidades que, con toros como los del domingo, a nadie que tenga aprecio por su físico y sepa lo que es vestirse de torero se le ocurre.
Babelia
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