Propuesta de creación en Castilla-La Mancha de un centro internacional de investigaciones energéticas
La creación de un gran centro internacional de estudios energéticos, que seria el punto de convergencia de las tecnologías hispanoamericana, árabe y europea, en algún lugar de la región castellano-manchega, y un decidido apoyo a la energía nuclear, como opción inevitable para el mundo desarrollado y para los países tercermundistas, mientras no se pongan en marcha nuevas formas energéticas, son los dos grandes ejes en torno a los cuales ha girado el simposio sobre las dimensiones internacionales del problema de la energía, clausurado ayer, en Sigüenza, por el ministro español de Industria.El simposio ha analizado durante cinco días la problemática energética mundial y las posibles salidas que la tecnología actual puede ofrecer a los distintos Gobiernos para solucionar una penuria qué ha sido calificada, por los asistentes a la reunión, como «la más grave amenaza que se cierne actualmente sobre la humanidad después del problema alimentario».
Después de una introducción de Agustín de Grandes, titular del Departamento de Industria y Energía de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en la que pasó revista a la producción energética de la región, el simposio estudió el problema energético europeo y su implicación en nuestro país, a través de sendas conferencias del director para la Ciencia, Tecnología y Energía de las Comunidades Europeas, doctor J. A. Dinskespiler, y del secretario técnico para las Relaciones con las Comunidades Europeas, doctor C. Muñoz.
La energía en el mundo árabe fue analizada, en Sigüenza, por tres conferenciantes: A. A. M. Sayigh, profesor de la facultad de Ingeniería de Riad, que explicó las aplicaciones que tiene la energía solar en las tierras áridas; M. Safwat, del Instituto de Investigación Científica de Kuwait, quien expuso un sistema para suministro de alimento, agua y energía a pequeñas comunidades, basado en la energía solar, y finalmente el decano de la facultad de Meteorología y Estudios Ambientales de Yedda, quien expuso las soluciones de los problemas de la energía para el mundo en vías de desarrollo.
Especial mención merece la presencia del doctor Abdus Salam, premio Nobel de Física en 1979, y primer musulmán que alcanza dicho galardón. Salam afirmó que la idea de unificación integradora de la humanidad, por encima de lengua, raza, religión o nivel de desarrollo económico, es la que mueve toda su vida científica.
Finalmente, los problemas energéticos en los países latinoamericanos fueron expuestos por distintos especialistas, entre los que cabe destacar al doctor G. Violini, del Centro Latinoamericano de Física Pura y Aplicada, con sede en Bogotá, quien se mostró abiertamente partidario de la creación de ese gran centro internacional de la energía en España, no sólo por razones estratégicas, al encontrarse nuestro país situado en el centro del triángulo latinoamericano, europeo y árabe, sino también por razones de tipo cultural y humanístico, ya que España integra, a la vez, las culturas europea y árabe, y fue quien introdujo en América la síntesis de ambas.
Otros conferenciantes aportaron datos de interés sobre investigaciones recientes en el campo de la energía, como el proyecto JET, cuya finalidad última es la producción de energía por fusión nuclear, o como las posibilidades que ofrecen las biomasas en climas templados y cálidos.
Las implicaciones políticas no han faltado en el simposio, a pesar de su carácter eminentemente científico. Sólo así cabe explicarse la conferencia del jefe del gabinete del Alto Comisario de la Energía, Atómica de Francia, el doctor J. Bussac, quien expuso las líneas maestras del programa nuclear del país vecino, defendiendo la opción del todo nuclear como algo inevitable a corto plazo, si se quiere solucionar la crisis energética actual.
Asimismo hay que destacar la presencia en el simposio de Sigüenza del ministro de Estado para Ciencia y Tecnología de Venezuela y el apoyo oficial del Gobierno español, patentado por la presencia del ministro de Industria, Ignacio Bayón.
La conclusión final del simposio alude tan sólo a la creación de un gran centro de estudios, energéticos en España, con posible apoyo económico por parte de los países árabes, pero el tono general de las conferencias, y la postura claramente pronuclear de la estrella de la reunión, el nobel paquistaní Abdus Salam, hacen pensar en un apoyo indirecto al programa nuclear español, sobre cuya conveniencia todavía no se ha abierto un debate en profundidad en nuestro país.
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